Santander, 19 de noviembre de 2.012

Pese a tratarse de una de las figuras más importantes de la música española del siglo XX confieso que se trataba de un personaje totalmente desconocido para mí hasta hoy y nuestro primer encuentro no se puede decir que haya sido del todo satisfactorio.
No ha sido una velada que me haya gustado aunque por suerte me he ido para casa con buen sabor de boca, después de degustar una adaptación de su "Canción de cuna para dormir a un negrito" (1.952), breve muestra de su antillanismo, y sobre todo la pieza que ponía el broche final al programa previsto, "Recóndita armonía para cuarteto con piano" (1.952), una obra gestada en su juventud pero rotunda y contundente, evocadora y cuajada de romanticismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario