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martes, 26 de marzo de 2013

LA SONRISA DE JULIA - 'EL VIAJE DEL SONÁMUBLO": el suyo es un sueño que recorremos juntos

Santander, 25 de marzo de 2.013


El destino es caprichoso...
Dentro de nuestra espiral, no hay principio ni final.
Estaba escrito en el Bing Bang que volvería a suceder y, pese a todo, sigue siendo un placer encontraros una y otra vez...

Sólo hace un par de semanas que salió al mercado el último trabajo de La Sonrisa de Julia, "El sueño del sonámbulo", y esta noche lo han presentado en el Black Bird Club.


Cuando hace un par de años presentaron su anterior trabajo, "El hombre que olvidó su nombre" nos quedamos a las puertas de una sala que se llenó para verles y esta vez no estaba dispuesto a que se repitiese la misma historia...


La sala ha vuelto a llenarse.
A las nueve y media Marcos Casal ha ocupado el centro del escenario para cantarnos él sólo un tema que no tiene nada que ver con el viaje de esta noche, o quizás sí...: "Hallelujah".

Con su compañero Raúl Delgado ya a su lado, hoy huérfano de batería y aferrado a su guitarra, nos ha propuesto no agachar la cabeza en estos tiempos difíciles que nos está tocando vivir y buscar las respuestas que siempre sobrevuelan detrás de las tormentas.

Mario de Inocencio (guitarra) y Diego Irizabal (bajo) les ayudan a sonar como una verdadera banda y junto a ellos nos han presentado el resto del disco.


"Cuando el Hombre que olvidó su nombre encontró su pequeño lugar en el mundo comenzó un nuevo viaje; una búsqueda nueva en la fina línea entre lo real y lo imaginado, entre lo vivido y lo soñado.
En ese trayecto aprendió que la mejor manera de reinvidicar cualquier cosa es vivirla, sentirla, llevarla a cabo, y que la experiencia siempre es real aunque solamente la sientas tú. Y es ahí, en la intimidad de esa verdad sentida, donde el Sonámbulo comienza un viaje sin retorno.
Para hacer real este disco emprendimos un viaje de dos direcciones: primero nos adentramos en lo más profundo de nuestro inconsciente buscando aquellos lugares donde nuestra razón, siempre deudora de nuestro ego, no pudiera tentarnos, y allá buceamos para reconocernos en melodías, ritmos y texturas que siempre nos habían acompañado sin saberlo. Y después, tras la inmersión, regresamos a la superficie para tomar aire y devolver a la realidad compartida un disco que ahora, poco a poco, se integra en vuestro mundo, personal e intransferible, el de vuestras emociones más privadas.
He ahí lo más mágico de todo este proceso. La posibilidad de llegar a compartir de alguna manera un mundo absolutamente íntimo. He ahí lo que para nosotros da sentido a este proceso creativo y a la música.
(06/02/13, Marcos Casal)


"El sueño del sonámbulo" es un trabajo perfectamente reconocible, íntimo y personal, cargado de lirismo y sensibilidad, que aunque no tiene la potencia de "El hombre que olvidó su nombre" se hace grande sobre el escenario, dejándose empapar por el carisma y la fuerza de Marcos y alcanzando las entrañas de quienes lo escuchamos. 

El suyo es el viaje del sonámbulo: un sueño que recorreremos juntos, un salto al vacío al que nos lanzaremos destruyendo todos nuestros mitos para volver a lanzar los dados...


No es fácil despedirse
por última vez.
La luz se apaga
pero nadie te prepara
para tanta soledad,
tanta soledad.
Decirte esto ahora que te has ido
no tiene sentido.
...
Por una vez podré brillar
sólo para ti.
La luz se enciende,
tu recuerdo ya es presente
entre tanta intensidad.
Decirte esto ahora que te has ido,
hoy tiene sentido,
porque sigues llegando,
sigues llegándome adentro.
("Sigues llegando")

domingo, 22 de julio de 2012

THE AIRWAVES: hoy toca música en la calle


Santander, 21 de julio de 2.012

Cuando llegué al Parque de Mesones todavía era de día: la campa lucía un aspecto fantástico, salpicada de corrillos de gente charlando distendidamente y de niños jugando o disfrutando de los números propuestos por artistas de calle que han querido sumarse de manera espontánea a las fiestas de nuestra ciudad.

En el pequeño escenario, situado en uno de los corners del fondo norte de los antiguos Campos de Sport, los chicos de Airwaves estaban terminando de prepararlo todo para regalarnos el primero de los conciertos S.M.S. (Santander Music in the Street) previstos en el programa de fiestas de la Semana Grande de Santiago.

Aún he tenido tiempo de conocer a gente nueva con la que “inaugurar” la Feria de Día de este año recorriendo casetas, acumulando pinchos y cañas, antes de que, muy puntuales, todavía de día, María (voz), David (teclado y guitarra), Dani (batería), Diego (bajo) y Nico (guitarra) hayan asaltado el escenario para regalarnos sus canciones, una cuidada selección de versiones de temas de algunos de los más grandes del rock: Queen, Led Zeppelin, Neil Young…


Yo sabía a lo que venía pero supongo que mucha de la gente que pasaba por allí no había oído hablar nunca de Airwaves.
Poco a poco se ha ido acercando gente al tablao y cuando la noche se sumó a la fiesta eramos ya unos cuantos los que habíamos quedado atrapados en las redes de su música.

María Ibáñez es la voz del grupo.
Atesora gracia y desparpajo, y aunque esta vez su voz le haya traicionado, ella ha sabido salir del trance liderando una banda que le ha arropado en todo momento tratando de suplir sus limitaciones.

 
Después de haber amenazado con marcharse ya una vez, el grupo le ha puesto el punto y final al concierto versionando el televisivo “My sharona” de The Knack, con una entusiasmada chiquillería apiñada en primera fila imitando los bailes de María.

Hoy los chicos de Airwaves han ofrecido un concierto con sabor a fiesta y mis sobrinos y sus amigos, derrochando bailes, carreras, saltos, sonrisas, gritos y carcajadas, han puesto la magia dándole un color especial y contagiándome su alegría e ilusión.

¡¡¡¡QUE SIGA LA FIESTA...!!!!

viernes, 2 de diciembre de 2011

THE AIRWAVES: buen rollo, kalimotxo y toneladas del mejor rock

Gajano, 1 de diciembre de 2.011


Mi reciente estancia en Madrid ha traído como consecuencia un malestar general, unos escalofríos, un dolor de garganta y unas décimas de fiebre, fruto todo ello, no de los excesos no cometidos, sino más bien del maldito aire acondicionado del coche (que triste: nos hacemos mayores).

En cualquier caso, nada grave que no se pueda superar con las adecuadas dosis de ibuprofeno, así que hoy, después del curro,  no estaba dispuesto a meterme en casa y volver a dejar pasar la oportunidad de conocer el trabajo de Airwaves, herederos de Alanis in Chains, que esta noche ofrecían un concierto en La Cambolita.

Lo único que sabía de estos chicos hasta hoy es que David, miembro de Lazy, forma parte del grupo.
No necesitaba saber más, ¿para qué?. Cualquier proyecto muscial vinculado a la gente de Lazy tiene para mí el crédito suficiente como para merecerse el que me tome una cervecita escuchando sus canciones. A partir de ahí ya veremos...

Y lo que he visto esta noche ha sido espectacular.
David, además de coquetear con el teclado, toca la guitarra, canta y hace contorsionismo en el escenario.
Le acompañan Dani (batería), Diego (bajo) y Nico (guitarra) y juntos son capaces de lidiar con los mejores temas de gente como Neil Young, Pearl Jam, Michael Jackson, Alanis Morissette, The Police o los Stones.

Sin embargo el gran descubrimiento de la noche fue María Ibáñez: su torrente de voz, su gracia y su desparpajo me conquistaron en apenas unos segundos. Puede que le falten tablas en un escenario pero le sobran voz, picardía y encanto y aunque se lo pusimos difícil al final supo contagiarnos su energía en una gran noche de rock.

Chicos, ¡ENHORABUENA!