Santander, 30 de mayo de 2.017
En 2.015, Peyton Reed le abrió la puerta
del universo cinematográfico de Marvel a un tipo capaz de encogerse hasta
alcanzar el tamaño de una hormiga: “Ant-Man”.
Scott Lang (Paul Rudd) posee un master en
ingeniería eléctrica, pero a un expresidiario no le va a resultar fácil
encontrar trabajo. Ha pasado tres años en la cárcel por un delito de
allanamiento y robo a gran escala, pero acaba de recuperar la libertad. Tiene
una hija de tres años y necesita ‘pasta’, por eso ha asaltado la casa de un
millonario que se supone que está de viaje. Sin embargo, en el interior de su
caja fuerte no hay ni dinero ni joyas, solo un viejo mono de motorista: “¿por qué guarda algo así bajo llave?”.
El traje pertenece al docotr Henry Pym
(Michael Douglas). Hace cuarenta años, descubrió una fórmula que permitía
alterar la distancia atómica relativa, pero utilizarla podía resultar
peligroso, así que prefirió ocultárselo al mundo. Howard Stark y el gobierno de
los EE.UU. trataron de reproducir su fórmula, pero no lo consiguieron. Él se
negó a seguir trabajando para ellos: fundó su propia compañía y contrató a un
joven pupilo que se convirtió en su ayudante.
Darren Cross (Corey Stoll) era
brillante: había oído rumores acerca de ‘la partícula Pym’ y pretendía
reproducirla, pero Hank no quiso ayudarle, así que conspiró contra él y logró
que le echaran de su propia compañía. Asumió el control de la empresa y empezó
a investigar el comportamiento de una partícula que podía cambiar la distancia
entre átomos al mismo tiempo que aumentaba la densidad y la fuerza. Su
investigación le ha permitido desarrollar ‘yelowjacket’, un arma de guerra
multiusos capaz de alterar el tamaño de quien la lleva puesta para lograr la
máxima ventaja en combate.
Pynn pretende que Scott robe ‘la chaqueta
amarilla’. Mientras los Vengadores dejan caer ciudades desde el cielo, él deber
convertirse en Ant-Man. La relación entre traje y hombre es simbiótica: el
traje tiene poder y el hombre aprovecha ese poder. Scott ha de ser hábil, ágil
y sobre todo rápido. Debe ser capaz de encogerse y crecer en un instante, así
su tamaño se adaptará siempre a sus necesidades.
El plan consiste en infiltrarse en las
instalaciones de Pym Technology al frente de un éjercito de leales y valientes
hormigas a las que Hank controla merced a las ondas electromagnéticas con las
que estimula su centro neurálgico olfativo, robar el traje y destruir los
archivos de Darren.
Todo puede pasar: los héroes no pueden ser más grandes...
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