Santader, 3 de marzo de 2012
Parchís fue un grupo de música juvenil que nació en Barcelona en 1.979 formado por tres chicos (Tino, Oscar y David) y dos chicas (Yolanda y Gemma) vestidos con los colores de las fichas y el dado del popular juego de mesa.
Su imagen evoca bonitos recuerdos de mi infancia vinculados al clausurado cine Roxy y sus butacas de madera, o al salón de casa de mis padres, donde en el viejo tocadiscos que sus tíos les habían regalado escuchaba una y otra vez el vinilo que mi padre trajo un día para mí.
Hoy en el Palacio de Festivales se ha estrenado un espéctaculo musical que pretende recuperar los grandes éxitos de Parchís para compartirlos con los más pequeños reuniendo en un mismo recinto a seguidores de dos generaciones diferentes.
La producción encandila a los niños y emociona a los padres que contemplan extasiados las sonrisas de sus hijos.

Sin embargo la paupérrima escenografía y la soporífera aparición del profesor Cubilete (Sergio Pazos) y su ayudante Cataplasma (David Tenreiro), dos bufones que intentan sin éxito tejer un hilo argumental con el que hilvanar las canciones elegidas para la función entre las que no consigo entender por qué se cuelan los éxitos de Torrebruno y Teresa Rabal, convierten el espectáculo en poco más que una entretenida función de fin de curso de la que solo merece la pena destacar la profesionalidad y el desparpajo exhibido por los niños seleccionados para vestir los trajes de colores (Manu, Gabi, Miriam, Andrea y David) que llenará teatros sólo gracias a que explota una fórmula que funcionó hace ya más de treinta años y a la que no aporta nada nuevo.
Decepcionante…
Tienes que dormir más, se te esta poniendo muy mal caracter...
ResponderEliminarHe sido comedido porque vi tu cara disfrutando con Dani y solo por eso mereció la pena, pero me quedo con mis recuerdos de Parchís...
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