jueves, 18 de abril de 2013

EL INDOMABLE WILL HUNTING: tú mueves, chaval...

Mogro, 12 de abril de 2.013


Hace poco volví a ver "Descubriendo a Forrester" (2.000).
No es el cameo final de Matt Damon lo que hace que resulte inevitable al verla recordar los extraordinarios duelos dialécticos que el propio Matt Damon compartía con Robin Williams en "El indomable Will Hunting", película dirigida también por Gus Van Sant y que, tres años antes, en 1.997, ganó los Oscar al Mejor Guión Original (firmado conjuntamente por Matt Damon y Ben Affleck) y al Mejor Actor Secundario (Robin Williams).



El protagonista en esta ocasión es Will Hunting (Matt Damon), un problemático e inteligente joven blanco con una extraordinaria habilidad para las matemáticas.

Después de una pelea callejera y de agredir a un policía sólo la intervención del profesor Lambeau (Stellan Skarsgard) evita que Will ingrese en prisión.

Se trata de un prestigioso matemático. Da clases en la universidad. Sólo hace unos días que han resuelto el último de los desafíos que le gusta lanzar a sus alumnos. El chico de la limpieza fue quien lo resolvió; Will fue quien encontró la solución. 
El juez ha accedido a dejar a Will en libertad pero le ha puesto dos condiciones: estará bajo la supervisión del profesor, que le enseñará matemáticas, y deberá visitar a un terapeuta.

El profesor Lambeau presiona a Will tratando de explotar su  talento mientras Sean McGuire (Robin Williams), su terapeuta, intenta ayudarle a enfrentarse a su pasado y a su futuro, tomar decisiones y elegir su camino, aunque él no se lo ponga fácil.


Su primer encuentro es duro. Están en el despacho del Sr. McGuire. Will parece muy seguro de sí mismo. Se acerca a un cuadro posado sobre un montón de libros y pregunta:




¿Lo pintó usted...? Esto es una mierda.
La mezcla de linealidad e impresionismo hace que sea una composición muy confusa, una copia barata de Winslow Homer, pero usted ha puesto a un blanco a los remos.
Aunque no es eso lo que me llama la atención. El colorido es fascinante. Está usted a un paso de cortarse la puta oreja, como Van Gogh.
'Cualquier puerto es bueno en una tormenta': eso es lo que refleja aquí. Estaba en medio de una jodida tormenta, una tormenta enorme. Se le cae el cielo encima, las olas sacuden el pequeño bote, los remos a punto de partirse...; con los pantalones meados y desesperado por llegar a puerto y salir de ese infierno. Por eso se hizo psicólogo.
A lo mejor se casó con la mujer equivocada...
¿Se casó con la mujer equivocada? ¿Qué  pasó? ¿Le abandonó? ¿Se tiraba a otro tío?

La sesión termina de forma brusca pero unos días después los dos protagonistas vuelven a encontrarse:




Estuve pensando en lo que me dijiste el otro día, sobre mi pintura. Me pasé casi toda la noche pensando y se me ocurrió una idea. Luego caí en un sueño plácido y no he vuelto a pensar en ti: eres un crío y en realidad no tienes ni idea de lo que hablas...
Si te pregunto algo sobre arte me responderás con datos sobre todos los libros que se han escrito. Miguel Angel: lo sabes todo, vida y obra, aspiraciones políticas, su amistad con el Papa, su orientación sexual, lo que haga falta... Pero no puedes decirme como huele la Capilla Sixtina, nunca has estado allí y contemplado ese hermoso techo; no lo has visto...
Si te pregunto por las mujeres supongo que me darás una lista de tus favoritas, puede que hayas echado unos cuantos polvos, pero no puedes decirme que se siente cuando te despiertas junto a una mujer y te invade la felicidad...
Eres duro. Si te pregunto por la guerra probablemente citarás algo de Shakespeare: "de nuevo en la brecha amigos míos", pero no has estado en ninguna, nunca has sostenido a tu mejor amigo entre tus brazos esperando tu ayuda mientras exhala su último suspiro...
Si te pregunto por el amor, me citarás un soneto, pero nunca has mirado a una mujer y te has sentido vulnerable, ni te has visto reflejado en sus ojos. No has pensado que Dios ha puesto un ángel en la tierra para ti, para que te rescate de los pozos del infierno, ni sabes que se siente al ser su ángel y darle tu amor y darlo para siempre y pasar por todo, por el cáncer... No sabes que es dormir en un hospital durante dos meses cogiendo su mano porque los médicos vieron en tus ojos que el término 'horario de visitas' no iba contigo. No sabes lo que significa perder a alguien, porque sólo lo sabrás cuando ames a alguien más que a ti mismo. Dudo que te hayas atrevido a amar de ese modo.
Te miro y no veo a un hombre inteligente y confiado. Veo a un chaval creído y cagado de miedo. Eres un genio, Will, eso nadie lo duda.
Nadie puede comprender lo que pasa en tu interior. En cambio presumes de saberlo todo de mí porque viste un cuadro y rajaste mi puta vida de arriba a abajo.
Eres huérfano, ¿verdad? ¿Crees que sé lo dura y penosa que ha sido tu vida, cómo te sientes y quién eres, por haber leído "Oliver Twist"? ¿Un libro basta para definirte?
Personalmente eso me importa una mierda porque, ¿sabes qué?, no puedo aprender nada de ti, ni leer nada de ti, en un maldito libro. Pero si quieres hablar de ti, de quién eres, estaré fascinado.
A eso me apunto, pero no quieres hacerlo. Tienes miedo, te aterroriza decir lo que sientes...
Tú mueves, chaval.

2 comentarios:

  1. Una gran peli, sin duda! El descubrimiento de Matt Damon y Ben Affleck, aunque este último no es que sea precisamente un gran actor. Pero el guión lo escribieron ellos! Buena entrada: me ha encantado leer esos diálogos...

    ResponderEliminar
  2. Gracias José Luis.
    Es una película fantástica.

    ResponderEliminar