París, 24 de septiembre de 2.013
No se me ocurre mejor excusa para empezar a leer una novela de la francesa Anna Gavalda que viajar a París. Adoro sus puntos suspensivos...
"La amaba" es una novela publicada en 2.002, corta, de fácil lectura, que se convirtió pronto en un éxito mundial y que catapultó a su autora hacia el estrellato.
Chloé es una joven madre a la que acaba de abandonar su marido:
Se cubre la cara con las manos y llora detrás de sus dedos... La última vez que se abrazaron fue ella quien le besó: ¿por qué se dejó besar por una mujer a la que ya no amaba?
Pierre es su suegro:
Es un hombre muy extraño: como un pez que se zafa y escabulle entre tus dedos... No se prodiga y reprime sus impulsos; que no muestre nada por miedo a sentirse vulnerable es algo que Chloé nunca ha podido entender porque en su familia tocarse y besarse es como respirar.
Él irrumpe en su desmoronada vida para llevársela junto a sus niñas a una casa en el campo y allí recordarle lo hermosa que es la vida y susurrarle que llora demasiado y está más guapa cuando sonríe.
Ir hasta el quinto piso, saltar setos, vallas, zanjas, taparse la nariz, cruzar el patio del viejo Marcel y ver Teletoons comiendo gominolas... La vida es maravillosa pero a veces no lo notamos porque estamos demasiado ocupados mirando donde poner los pies para no pisar los charcos.
En ocasiones uno debe de tener el valor de enfrentarse a si mismo, mirar su vida cara a cara y concederse el derecho a equivocarse; salir del tercer sótano, asumir sus dones y ser feliz.
Ella debería de haber sido la protagonista de la novela pero se convierte en la excusa que Gavalda necesita para diseccionar el corazón de Pierre y desempolvar sus recuerdos y sentimientos con el fin de que Chloé no repita sus mismos errores...
Cuando Pierre conoció a Mathilde no paraba de hablar: tenía que recuperar cuarenta y dos años de silencio. Luego besó su sonrisa; sólo fue éso...
Dos meses después recorrieron París cogidos de la mano. Fue feliz, pero también cobarde, y se limitó a prometerle 'siempres' y 'más adelantes'.
Tuvo la felicidad ahí, al alcance de la mano, y dejó escapar sólo para no complicarse la vida. Hubiera sido tan sencillo... Bastaba con alargar la mano y tomarla; lo demás habría terminado por arreglarse de un mudo u otro porque todo termina por arreglarse cuando se es feliz.
Tal vez, sólo tal vez, el hijo de Pierre haya hecho lo correcto: ha dado un paso al frente para lanzarse a por el amor de su vida...
Chloé tiene que aceptarlo y seguir su camino; tiene que luchar por recuperar su felicidad porque la Vida es más fuerte que nada.
¡La Vida es más fuerte que tú!
Ella debería de haber sido la protagonista de la novela pero se convierte en la excusa que Gavalda necesita para diseccionar el corazón de Pierre y desempolvar sus recuerdos y sentimientos con el fin de que Chloé no repita sus mismos errores...
Cuando Pierre conoció a Mathilde no paraba de hablar: tenía que recuperar cuarenta y dos años de silencio. Luego besó su sonrisa; sólo fue éso...
Dos meses después recorrieron París cogidos de la mano. Fue feliz, pero también cobarde, y se limitó a prometerle 'siempres' y 'más adelantes'.
Tuvo la felicidad ahí, al alcance de la mano, y dejó escapar sólo para no complicarse la vida. Hubiera sido tan sencillo... Bastaba con alargar la mano y tomarla; lo demás habría terminado por arreglarse de un mudo u otro porque todo termina por arreglarse cuando se es feliz.
Tal vez, sólo tal vez, el hijo de Pierre haya hecho lo correcto: ha dado un paso al frente para lanzarse a por el amor de su vida...
Chloé tiene que aceptarlo y seguir su camino; tiene que luchar por recuperar su felicidad porque la Vida es más fuerte que nada.
¡La Vida es más fuerte que tú!
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