domingo, 6 de octubre de 2013

JAVIER ALZOLA QUARTET: un poquito de jazz

Santander, 22 de agosto de 2.013


Hace más de veinticinco años que Moncho tomó la decisión más importante de su vida y cruzó su particular Rubicón para abrir las puertas de un pequeño restaurante en la calle El Sol.
No tardó en cerrar la cocina y el suyo se convirtió muy pronto en uno de los locales más míticos de nuestra ciudad, centro neurálgico de una calle que rezuma cultura por las juntas de todos sus adoquines.

Su pequeño escenario se ha convertido en un privilegiado espacio por el que han circulado infinidad de artistas, más o menos conocidos, que han dejado allí un pedacito de su arte.

El jazz es una constante en el Rubicón: un sonido para el que mis oídos no están educados pero al que no quieren renunciar y ésta era una buena ocasión para dejarse envolver por este estilo musical ya que Moncho y su compañero Marcos han optado por servirnos hoy un delicioso manjar resguardado tras una atractiva guarnición que no podía rechazar.

Todos conocemos a Javier Alzola…
Estamos acostumbrados a verle tocando el saxo sobre un escenario, siempre junto a Fito, desafiando a Carlos Raya y batiéndose con él en impresionantes duelos musicales pero, cuando sus giras terminan y los Fitipaldis aparcan la ‘furgo’, él sigue disfrutando de la música de un modo diferente.

Javier Alzola Quartet es un proyecto paralelo en el que experimenta con otro tipo de sonidos, sumergiéndose junto a sus compañeros Miguel Salvador (guitarra), Javier Mayor (contrabajo) y Hasier Oleaga (batería) en el universo del jazz.



Su música me exige concentración, pero cuando consigo aislarme del ruido que me rodea y dejo que su sonido me envuelva empiezo a percibir pequeños matices y disfruto de la improvisación de los músicos quedando atrapado entre las almohadillas del saxo y las cuatro cuerdas del contrabajo.
Seguiremos probando...

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