Santander, 27 de septiembre de 2.017
¿Por qué no hay redes coordinadas de ISIS o de Al Qaeda en EE.UU.? ¿Cuál
ha de ser la política de antiterrorismo nacional? ¿Es necesario un estado
policial para luchar contra el terrorismo o es posible desarrollar una nueva estrategia? Mantener el país a salvo es un gran negocio…
Carrie Mathison (Claire Danes) afirma no ser la que era. Ha
regresado a los EE.UU., se ha instalado en Brookling e intenta tener una
presencia más constante en la vida de su hija. Frannie nunca conoció a su
padre: murió antes de nacer ella. Lo cierto es que dudó si debería tenerla, pero no fue porque pensara que fuera a ser una mala madre, sino porque su padre y ella
tuvieron una relación inusalmente intensa que no acabó bien, y temía que un día
la pequeña se lo recordara. Al principio, cada vez que la veía, se acordaba de
Brody y sentía que era responsable de su muerte...
Ahora Peter Quinn (Rupert Friend) se ha convertido en una
prioridad para ella. También tuvo una relación muy intensa con él.
Hace un año
estuvo a punto de morir... Fue en Berlín: le secuestraron, le envenenaron y le
dieron por muerto, pero ella consiguió rescatarle. Entró en parada en la
ambulancia, de camino al hospital. Durante tres minutos estuvo muerto. Casi no
sobrevive, pero ella le salvó. Sin embargo, después, para evitar un atentado, ella le despertó del coma antes de tiempo y provocándole un ictus que le ha dejado importantes secuelas. Por como se ha comportado ultimamente parece
que a Quinn no le importe vivir o morir, pero ella se niega a perderle. Le
ha llevado a su casa y cuida de él, aunque él siga siendo su ángel de la
guarda…
Carrie no ha vuelto a trabajar para CIA. Colabora con una O.N.G. que brinda
asesoramiento legal y promueve un juicio justo para los acusados de
radicalización e impulsa varios programas de participación y asesoramiento para
la comunidad musulmana.
Considera que las fuerzas de seguridad del
estado están demonizando a una comunidad entera. Muchachos como Seiku lo único
que hacen es oponere a su política exterior con los países musulmanes.
Él es un
joven musulman de origen nigeriano que ha sido muy crítico con los EE.UU. y
solidario con sus enemigos más acérrimos. Le acusan de promocionar
voluntariamente una ideología extremista por internet, incitando a otros a la
violencia, y de proporcionar apoyo a una organización terrorista extranjera,
pero eso es difícil de probar. Sus compañías no son las mejores, pero él es
inocente...
EE.UU. se prepara para el traspaso de
poderes más importante del planeta. Los representantes del ejército sostienen
que setenta mil efectivos puestos en Siria serían suficientes para eliminar al
ISIS en solo seis semanas, pero la CIA considera que tras la intervención
militar sería precisa una ocupación pues elimiar al ISIS no serviría de nada si
posteriormente no se asegura el territorio. La presidenta electa, Elizabeth Keane (Elizabeth Marvel), se pregunta si
todos los problemas de Oriente Medio merecen una solución militar y baraja una
posible retirada.
Este tipo de medidas no las mencionó nunca
durante su campaña electoral. Dar Adal (F. Murray Abraham) teme que la presidenta electa sea
complaciente con el terrorismo y con los estados que lo patrocinan. No parece
partidaria de los programas de acciones conjuntas encubiertas de la CIA; tal
vez ella les considere responsables de la muerte de su hijo y quiera hacérselo
pagar…
Él
era la luz de su vida. Nunca soñó con ser soldado. La ingeniería aeroespacial
era su auténtica pasión, pero los antentados del 11-S lo cambiaron todo.
Ingresó en Westpoind y tras graduarse sirvió en Iraq. Allí murió. Fue en 2.007:
tenía solo veinticuatro años… Fue un momento muy duro para su familia: él había
criticado con dureza sus discursos en el senado contrarios a la guerra, pero lo
cierto es que la intervenció armada no sirvió para resolver el conflicto. Diez
años después los soldados americanos siguen muriendo en Oriente Medio…
Los responsables del Mosad están
convencidos de que Irán está infringiendo el tratado firmado con los EE.UU. y
que está desarrollando un programa nuclear paralelo con Corea del Norte. Dar
Adal es partidario de imponer sanciones inmediatas y enviar a la quinta flota
al estrecho de Ormuz, pero acoplar las cabezas nucleares norcoreanas existentes
a los misiles balísticos iraníes llevará un tiempo.
Disponen de setenta y dos días para
reeducar a la presidenta electa, hacerla desistir de su política antiterrorista
y enseñarle como mantener su país a salvo antes de que se proceda a su
investidura: no pueden perder el tiempo...
No hay comentarios:
Publicar un comentario