PASTORA GALVÁN: el vertiginoso aleteo de unas manos

Santander, 14 de agosto de 2.013

El flamenco se conserva gracias al respeto por la tradición de muchos artistas y crece y se extiende merced a la desobediencia de otros pocos que, desde el respeto, se dejan llevar por el júbilo creativo que palpita en su interior enfrentándose a la rígida ortodoxia de los más ortodoxos. No lo digo yo; lo dice el poeta Félix Grande, director del curso "Memoria y celebración del flamenco" impartido en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), que esta noche ha sido el encargado de presentar a Pastora Galván, joven bailaora sevillana protagonista del ciclo "Escénicas del Casyc".
Le acompañan sobre el escenario Cristian Guerrero (cante) y Ramón Amador (guitarra). Ambos, mientras ella se sienta para recuperar el aliento, nos deleitan con su duende.

En sus movimientos se reconoce el sabor añejo de sus ancestros pero remata sus requiebros, taconeos y desplantes con chispeantes y delicadas pinceladas de modernidad que aportan un aire nuevo a la tradición.

Puede que le falte carisma pero me fascina el vertiginoso y poético aleteo de sus manos. Crecerá...