jueves, 28 de marzo de 2013

Rincones de MADRID (II): EL TEMPLO DE DEBOD

Madrid, 16 de febrero de 2.013

Con el estómago lleno, dejamos atrás la Plaza de España.
Cruzamos la Calle Ferraz a la altura de la Casa Gallardo y nos damos de bruces con el Monumento a los Héroes del 2 de Mayo. 

[2MAYO.jpg]

La firma del Tratado de Fontainebleau el 27 de octubre de 1.807 permitió el paso de tropas francesas por el territorio español con el fin de invadir Portugal, favoreciendo la posterior invasión francesa de la Península Ibérica.
El 23 de marzo de 1.808 Madrid había sido ocupado por las tropas francesas del general Murat y al día siguiente se produjo la entrada triunfal de Fernando VII junto a su padre, Carlos IV, que tras el motín de Aranjuez acaecido el 17 de marzo, había abdicado a su favor.
Unos diás después, ambos viajaron a Bayona para reunirse con Napoleón Bonaparte y renunciar a la corona de España en favor de éste, quien a su vez la cedería a su hermano José Bonaparte: son las Abdicaciones de Bayona. 
El 27 de abril Murat solicitó el traslado a Bayona de los dos hijos de Carlos IV que quedaban en Madrid, María Luisa de Borbón, reina de Etruria, y el infante Francisco de Paula.
En principio la Junta de Gobierno constituida en Madrid se negó a dicho traslado pero la noche del 1 al 2 de mayo, tras recibir instrucciones de Fernando VII, cedió al mismo.
La mañana del 2 de mayo el pueblo se agolpaba a las puertas del Palacio Real y al ver como las tropas francesas trataban de llevarse al joven infante asaltó el palacio
El General Murat ordenó a sus tropas disparar contra la multitud propiciando un levantamiento popular espontáneo que finalmente los franceses fueron capaces de atajar pero que desembocó en la Guerra de la Independencia.

En los Jardines de la Calle Ferraz se inauguró el 4 de mayo de 1.909, para conmemorar el primer centenario del levantamiento, esta escultura en bronce sobre pedestal de piedra,  obra de Aniceto Marinas, autor también del monumento a los Héroes del 2 de Mayo que se alza en la segoviana Plaza de Victoria Eugenia, frente al Alcázar.
El conjunto muestra los cuerpos de un hombre y una mujer que yacen bajo un cañón manejado por un artillero y un niño y sobre el que se alza una victoria alada sosteniendo nuestra bandera.

El lugar donde se erige el monumento no está elegido al azar. Se alza muy cerca del Palacio Real, donde se inició el levantamiento, y junto a la montaña del Príncipe Pío, donde se produjeron los fusilamientos del 3 de mayo inmortalizados por Goya.


Fue precisamente aquí, en la montaña del Príncipe Pío, donde en 1.860 se construyó el Cuartel de la Montaña, fortificación militar de enorme valor estratégico.
El 19 de julio de 1.936, el General Fanjul, junto a un grupo de falangistas, ocupó el cuartel, y tras conseguir el apoyo de los mandos y obligar a los soldados a secundarles, proclamó el estado de guerra, convirtiéndose en uno de los episodios de la sublevación militar que dio lugar al comienzo de nuestra Guerra Civil.
Las tropas leales al gobierno republicano sitiaron, bombardearon y asaltaron el cuartel sofocando la rebelión en sólo un par de días.

La fortificación fue un lugar estratégico durante la guerra dada su proximidad a la línea del frente. Al concluir ésta el cuartel se encontraba en un estado ruinoso y sus terrenos fueron cedidos al Ayuntamiento de Madrid para que se destinasen a la construcción de un jardín público.

Archivo: Parque de la Montaña.JPG

El Parque de la Montaña fue inaugurado el 20 de julio de 1.972 y en el se erigió un monumento obra de Joaquín Vaquero en memoria de todos los hombres que aquí murieron y que muestra el cuerpo de un hombre mutilado sobre un paredón de sacos terreros.

Archivo: Monumento Cuartel de la Montaña - 02.jpg

El Parque de la Montaña, situado junto al Parque del Oeste y muy próximo al Palacio Real y a la Catedral de la Almudena, se convirtió en uno de los rincones más bonitos de Madrid. Se trata de un balcón abierto sobre el valle del Manzanares, de un mirador natural colgado sobre la Casa de Campo en el que, al atardecer, uno puede dejarse acariciar por los últimos rayos de sol.




Éste fue el lugar elegido en 1.972 para ubicar el Templo de Debod que las autoridades egipcias habían regalado a España en 1.968 como muestra de agradecimiento por la ayuda recibida para salvar los templos de Nubia, población situada al sur de Egipto, a lo largo del valle del Nilo.


En 1.956 el gobierno egipcio anunció la construcción de una nueva presa en Asuán que garantizase la regulación de las inundaciones de las zonas fértiles situadas aguas abajo de la misma y poniendo en serio peligro de desaparición los monumentos nubios situados aguas arriba.
En 1.960 la UNESCO promovió una campaña internacional que permitió salvar hasta veinticuatro monumentos que iban a desaparecer bajo las aguas merced a la construcción de la nueva presa, trasladándolos a zonas próximas más seguras.
Como muestra de agradecimiento por la ayuda recibida Egipto donó cuatro de los templos salvados, desmontados piedra a piedra, a cuatro de las naciones que más activamente habían participado en la campaña: el templo de Dendur a los EE.UU., el templo de Ellesiya a Italia , el templo de Taffa a Holanda y el mencionado templo de Debod a nuestro país.

Archivo: Templo de Debod Madrid.JPG

El Templo de Debod comenzó a construirse durante el reinado de Meroe Adijalamani (siglo II a.C.) que levantó una capilla dedicada a los diosos Amón e Isis decorada con relieves que aún hoy se conservan.
Posteriormente, distintos reyes de la dinastía ptolemaica añadieron nuevas estancias alrededor del núcleo original dándole al templo un aspecto similar al actual y ocultando la capilla primitiva.
Con la incorporación de Egipto al Imperio Romano se acometieron nuevos trabajos que transformaron el templo añadiendo un edificio anexo en uno de sus laterales y construyendo un vestíbulo cuya  fachada principal está decorada con relieves y presidida por cuatro robustas columnas de orden floral.

La construcción en 1.907 de la primera presa de Asuán (presa baja) afectó notablemente al templo que al pasar gran parte del año bajo las aguas vio como perdía sus policromías, sus relieves se deterioraban y sus bloques de piedra arenisca se erosionaban.

Archivo: Francis Frith - El Templo de Dabod, Nubia.jpg


En 1.961 el templo fue desmontado piedra a piedra y depositado en la Isla Elafantina antes de su traslado a España. 
Arquitectónicamente no impresiona pero es una pequeña muestra de una cultura muy distinta a la nuestra y un testimonio mudo de como la solidaridad y colaboración internacional permitió salvar un enorme patrimonio artístico.
Merece la pena acercarse a verlo y pasear por uno de los rincones más bonitos de Madrid.

Se hace tarde.
La Gran Vía nos espera; vamos al teatro...





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