Santander, 30 de octubre de 2.010
Dicen de
esta compañía que es, en la actualidad, la mejor de Rusia.
Lo
desconozco, pero es verdad que es una compañía diferente que nos propone una
coreografía en la que el romanticismo queda relegado a un segundo plano para
dar prioridad a la sensualidad; la técnica es secundaria lo primordial es el
ritmo y la expresividad.
Combinando
la música de Tchaikovsky y el rock de Sitkovetsky el coreógrafo nos presenta a
un "Onegin" muy actual.
Con sus coreografías, Boris Eifman consigue que podamos sentir la
atracción y el deseo que Tatiana experimenta al conocer a Oneguin, los celos de
Lensky o los remordimientos del protagonista tras la muerte de éste y su
angustia al reencontrarse con una Tatiana ya comprometida.
Un regalo
para los sentidos.
¡¡¡GENIAL!!!
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