Bilbao, 1 de noviembre de 2.013
En 1.994 se estrenó "Fuenteovejuna", la última coreografía firmada por Antonio Gades, basada en la obra homónima escrita entre 1.612 y 1.614 por nuestro Fénix de los Ingenios que a su vez se inspiró en el levantamiento de un pueblo que de forma solidaria se reveló contra la tiranía de un cacique.
Fuenteovejuna es un pueblo andaluz de la provincia de Córdoba.
Fernán Gómez es comendador de la orden de Calatrava; déspota, soberbio y lujurioso impone su voluntad al pueblo que asiste impotente a los abusos de un cacique que exige a sus vasallos todo tipo de impuestos y tributos, ultraja a las mujeres y se burla de sus maridos.
Laurencia es una joven del pueblo. Frondoso, su prometido, se enfrenta al comendador cuando éste trata de abusar de ella y ambos escapan pero el día de su boda el cacique irrumpe en la fiesta y arresta a los recién casados.
Los bailes populares y el flamenco son las herramientas que utiliza Gades para rescatar aquel episodio. La danza española se convierte en la única protagonista de aquella historia y sin recurrir a ningún tipo de exceso nos conduce hasta un desenlace magistralmente resuelto.
En un extremo del escenario el pueblo clama venganza mientras en el otro, frente a la impotente mirada del arrestado Frondoso, Laurencia es forzada por el comendador. Ambas escenas se alternan enardeciendo al espectador que siente como la furia se instala en su corazón.
La joven escapa. Corre junto a su padre y el pueblo entero asalta el palacio de Fernán Gómez para liberar a Frondoso y matar al comendador.
¡Todos somos uno! ¡Todos somos Fuenteovejuna!
¡Yo también soy Fuenteovejuna!
¡Yo también soy Fuenteovejuna!
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