Mogro, 30 de marzo de 2.013
Jon Arryn ha muerto. Era señor del Nido de Águilas, Defensor del Valle y Guardián del Oriente, y fue la Mano del Rey durante diecisiete años pero murió cuando empezó a hacer preguntas; estaba sano pero una fiebre repentina se lo llevó y lo que él supiera o no murió con él...
La vida del rey corre peligro.
Robert Baratheon (Mark Addy) necesita que Eddard Stark (Sean Bean), Señor de Invernalia y Guardián del Norte, esté a su lado en Desembarco del Rey. Él y su familia viajan al norte para convencerle: es el único amigo leal que le queda.
Pretende nombrarle Mano del Rey para que rija su reino mientras él se dedica a comer, beber y acostarse con mujeres hasta ir a la tumba. Hace años le ayudó a derrotar a los Targaryen y ganar el Trono de Hierro; ahora necesita que le ayude a conservarlo. Amó a su hermana y los siete reinos no han conseguido llenar el hueco que ella dejó en su corazón. Se casó con Cersei Lannister (Lena Headey) pero si Lyanna Stark hubiese vivido hoy ambos tendrían lazos de sangre y habrían gobernado juntos. Aún están a tiempo de unir sus casas...
El corazón de Ned pertenece al Norte. Su lugar está en Invernalia, junto a su esposa Catelyn (Michelle Fairley), y no en el sur, en ese nido de ratas al que llaman capital, pero el rey toma lo que quiere. Hizo un juramento y ahora no tiene elección: ha de viajar a Desembarco del Rey y lo hará dejando atrás a su esposa y a sus tres hijos varones: el pequeño Rickon (Art Parkinson), Bran (Isaac Hempstead-Wright) , y Robb (Richard Madden), su primogénito.
Junto a él viajan sus dos hijas: la pequeña y rebelde Arya (Maisie Williams) y Sansa (Sophie Turner), que mientras crecía en Invernalia lo único que quería era escapar de allí: ir a la capital y ver a los caballeros sureños, sus armaduras pintadas y las velas encendidas en las ventanas de sus casas al anochecer. Ahora es la prometida del joven y cruel príncipe; algún día Joffrey (Jack Gleeson) se sentará en el Trono de Hierro y entonces ella estará a su lado. Algún día no muy lejano presentará a su hijo ante la corte y todos los señores de Poniente se congregarán en la Fortaleza Roja para ver al pequeño príncipe y rendirle pleitesía.
Daenerys (Emilia Clarke) es una Targaryen; la última Targaryen. El rey Robert quiso matarla cuando aún era una niña pero no pudo hacerlo.
Ya tiene cuerpo de mujer y por sus venas fluye la sangre de los dragones. Ella y su despreciable hermano, Viserys Targaryen (Harry Lloyd), fueron los únicos miembros de su familia que no murieron durante la Guerra del Usurpador. Huyeron del rey Robert Baratheon y vagaron por las nueve Ciudades Libres buscando apoyos para reclamar el Trono de Hierro.
Ahora ella es la esposa de Khal Drogo (Jason Momoa), líder de los Dothrakis, salvajes guerreros nómadas asentados al otro lado del Mar Angosto. Conocerá el amor y será la nueva Khaleesi. Carece de barcos pero pronto los tendrá y entonces podrá regresar a casa...
La vida del rey corre peligro.
Robert Baratheon (Mark Addy) necesita que Eddard Stark (Sean Bean), Señor de Invernalia y Guardián del Norte, esté a su lado en Desembarco del Rey. Él y su familia viajan al norte para convencerle: es el único amigo leal que le queda.
Pretende nombrarle Mano del Rey para que rija su reino mientras él se dedica a comer, beber y acostarse con mujeres hasta ir a la tumba. Hace años le ayudó a derrotar a los Targaryen y ganar el Trono de Hierro; ahora necesita que le ayude a conservarlo. Amó a su hermana y los siete reinos no han conseguido llenar el hueco que ella dejó en su corazón. Se casó con Cersei Lannister (Lena Headey) pero si Lyanna Stark hubiese vivido hoy ambos tendrían lazos de sangre y habrían gobernado juntos. Aún están a tiempo de unir sus casas...
El corazón de Ned pertenece al Norte. Su lugar está en Invernalia, junto a su esposa Catelyn (Michelle Fairley), y no en el sur, en ese nido de ratas al que llaman capital, pero el rey toma lo que quiere. Hizo un juramento y ahora no tiene elección: ha de viajar a Desembarco del Rey y lo hará dejando atrás a su esposa y a sus tres hijos varones: el pequeño Rickon (Art Parkinson), Bran (Isaac Hempstead-Wright) , y Robb (Richard Madden), su primogénito.
Junto a él viajan sus dos hijas: la pequeña y rebelde Arya (Maisie Williams) y Sansa (Sophie Turner), que mientras crecía en Invernalia lo único que quería era escapar de allí: ir a la capital y ver a los caballeros sureños, sus armaduras pintadas y las velas encendidas en las ventanas de sus casas al anochecer. Ahora es la prometida del joven y cruel príncipe; algún día Joffrey (Jack Gleeson) se sentará en el Trono de Hierro y entonces ella estará a su lado. Algún día no muy lejano presentará a su hijo ante la corte y todos los señores de Poniente se congregarán en la Fortaleza Roja para ver al pequeño príncipe y rendirle pleitesía.
Daenerys (Emilia Clarke) es una Targaryen; la última Targaryen. El rey Robert quiso matarla cuando aún era una niña pero no pudo hacerlo.
Ya tiene cuerpo de mujer y por sus venas fluye la sangre de los dragones. Ella y su despreciable hermano, Viserys Targaryen (Harry Lloyd), fueron los únicos miembros de su familia que no murieron durante la Guerra del Usurpador. Huyeron del rey Robert Baratheon y vagaron por las nueve Ciudades Libres buscando apoyos para reclamar el Trono de Hierro.
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