Liendo, 27 de agosto de 2.015
El Monte Candina es una impresionante mole caliza situada en las proximidades de Oriñón que custodia la desembocadura del río Agüera desde su margen izquierda. Se trata de un abrupto macizo kárstico de altitud moderada que se levanta bruscamente desde el mar con grandes hoyadas rodeadas de escarpados picos calcáreos inmersos en el lapiaz.
La primera vez que subí al Pico Candina fue hace muchos años, con amigos, y necesité que viniesen a rescatarme...
No fue en el monte donde tuve problemas sino después, en la carretera, de vuelta a casa. A la altura de Heras algunos conductores comenzaron a hacerme señas: salí de la autovía y me detuve en el arcén. ¡¡¡Había pinchado!!!
Me disponía a cambiar la rueda cuando comprobé que después de quince años encerrado en el maletero del coche el gato estaba conpletamente inservible. No llamé a Protección Civil, pero sí a Raúl. Estaba llegando a Santander; se dio la vuelta y vino a rescatarnos.
Aquélla fue una anécdota que recordamos frecuentemente, casi siempre con una cerveza entre las manos...
Poco tiempo después volví a Candina, pero esta vez con la familia. Lo pasamos bien pero Marta no pudo venir. Hace poco quedamos para subir al monte con ella pero el mal tiempo nos lo impidió y cambiamos los Ojos del Diablo por el Molino de Santa Olaja...
Hoy Marta vuelve a estar de vacaciones y el día es expléndido: ¡¡¡vamos allá!!!
Tomamos la salida 162 (Liendo) de la autovía que une Santander y Bilbao y aparcamos el coche en una pequeña zona de descanso situada junto a la antigua carretera nacional, camino de Oriñón.
Nos ponemos las botas, buscamos un sendero que asciende hacia el noroeste y echamos a andar respetando las marcas de pintura que jalonan el camino.En menos de media hora alcanzamos un pequeño collado que da paso a un par de depresiones cerradas cubiertas de vegetación propias de los macizos kársticos conocidas como Hoya Cobañera y Hoya Corteguera.
Volvemos la espalda a la mar y nos topamos con los picos más altos del sistema. A la izquierda el Pico Candina (476 m.) y a la derecha, en su extremo noroccidental, la cota más alta del macizo: Solpico (483 m.).
Nos reencontramos con las marcas de pintura y desafiando la fuerza del viento recorremos la cresta montañosa camino del Pico Candina. Abajo, a nuestra izquierda, adivinamos los balcones abiertos sobre el mar...
Con las suelas gastadas, regresamos a la senda minera y deshacemos el camino recorrido. Llegamos a los coches al filo de las cuatro de la tarde. Reponemos fuerzas y volvemos para casa. Tengo compromisos que cumplir...













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