miércoles, 21 de septiembre de 2011

MANÁ: una espina menos en nuestro "Corazón Espinado"



Barakaldo, 17 de septiembre de 2.011


Maná es un grupo de rock latino procedente de México que grabó su primer disco en 1.987. José Fernando Olivera “Fher” (voz y guitarra), Álex González (batería) y los hermanos Calleros, Juan Diego (bajo) y Ulises (guitarra) fueron los fundadores de la banda si bien en 1.992 éste último abandonó el grupo siendo sustituido primero por César López “Vampiro” y desde 1.995 por Sergio Vallín.
En 1.999, con cinco discos a sus espaldas y triunfando en EE.UU., grabaron un disco en directo, “MTV Umpleged”, e iniciaron una gira mundial que les trajo a Santander.
Aquella fue una oportunidad que mi cuñado y yo dejamos escapar y desde entonces una espinita clavada en nuestra memoria.

Este año los mexicanos han publicado “Drama y luz” y en su gira por España, aunque no han llegado a Santander, nos lo han puesto fácil para saldar cuentas pendientes: acercarnos al BEC de Barakaldo no supone un esfuerzo demasiado grande...

Un inmenso velo pende sobre el escenario.
En las pantallas situadas a ambos lados de éste se proyectan videos promocionales del país azteca mientras junto a las más de quince mil personas que nos acompañan esperamos ansiosos el inicio del concierto.
Con media hora de retraso se apagan las luces y se encienden los focos.
El velo no se mueve pero tras él aparecen los músicos: suena “Lluvia al corazón” y sobre la tela se proyectan siluetas de corazones y mariposas que entrelazadas con las imágenes de las pantallas situadas al fondo del escenario generan un efecto 3D espectacular; el comienzo de concierto es brutal.

Se retira el velo pero solo de manera provisional porque en dos ocasiones más caerá sobre el escenario y la banda recurrirá a las tres dimensiones para adornar sus cuentos y leyendas: en “El espejo” Fher toca ligeramente el velo antes de viajar en el tiempo para quedar atrapado en un monasterio medieval y morir quemado en la hoguera, mientras que en “Sor María” el escenario se transforma en un convento bizantino en el que, entre velas, la hermana y el padre Aurelio comparten su amor antes de ser fusilados.

No hemos llegado a la hora de concierto y ya tenemos la sensación de estar viviendo algo único. Hasta ocho músicos de cuerda llegan a acompañar a los mexicanos sobre el escenario de manera puntual además de un teclista, un guitarrista y un percusionista que nos brindan una noche de rock apoteósica.

Son un poco peliculeros pero se les puede disculpar porque estos chicos tienen un directo espectacular.
Juan Diego, el bajo, es un músico discreto al que parece que le gusta estar en un segundo plano.
Sergio Vallín se adorna demasiado pero toca la guitarra con maestría y se atreve a compartir punteos con un músico anónimo, ganador de un concurso propuesto en la web, que sube al escenario a tocar una canción con los mexicanos sin desmerecer en ningún momento el buen hacer de éstos.
Fher desafina y gesticula en exceso pero tiene fuerza y personalidad.
Alex es un músico descomunal que además hace malabares con las baquetas; payasadas que deslucen el sólo de batería que nos brinda sobre una plataforma elevable y giratoria y bajo la luz de unos focos que durante más de diez minutos le conceden un protagonismo absoluto.

Alex se retira extenuado; el escenario queda a oscuras y los focos iluminan la estructura donde trabajan los técnicos de sonido. Sobre ella aparecen Fher y Sergio y rodeados de velas celebran el aniversario de la declaración de independencia de su país: nos cantan unas rancheras y a mi me toca emocionarme, vibrar y llorar porque él “sigue siendo el Rey...”.
Se incorpora el resto de la banda y Maná al completo nos regala un par de temas en acústico mientras Fher le canta al oído a una chica del público a la que ha invitado a acompañarles.

Regresan al escenario y cierran dos horas y media de espectáculo donde han interpretado con fuerza canciones nuevas y viejas que expresan muchas de las cosas que a menudo siento aunque no me atreva a confesar.

2 comentarios:

  1. Era un concierto muy difícil de resumir por todo lo vivido en él, y como siempre lo has conseguido.
    Me alegro mucho de compartir emociones tan bonitas contigo, la verdad es que el sucesor "del Rey" lleva el timón con fuerza y siempre en el rumbo correcto.

    ResponderEliminar