miércoles, 14 de mayo de 2014

DENTRO DEL LABERINTO: una fantástica aventura 'vintage'

Mogro, 11 de mayo de 2.014

Me habían recomendado ver esta película. Es más, me habían dejado el DVD original para hacerlo, pero llevaba demasiado tiempo buscando el momento para perderme "Dentro del Laberinto".



En 1.986 Jim Henson, creador de los Teleñecos, dirigió esta película protagonizada por David Bowie, que compuso e interpretó varios de los temas de su banda sonora, una jovencísima Jennifer Connelly y un buen puñado de títeres y marionetas.

Había una vez una preciosa jovencita a la que su madrastra siempre obligaba a quedarse en casa con su hermano. El bebé era un malcriado que lo quería todo para él y la jovencita era prácticamente una esclava, pero lo que nadie sabía era que el Rey de los Duendes se había enamorado de ella y le había dotado de ciertos poderes...


Así que una noche en la que el bebé le había dado mucho la lata ella llamó a los duendes para que le ayudasen. "Di las palabras correctas y nos llevaremos al niño a la ciudad de Goblin y tú serás libre", dijeron los duendes. La chica sabía que el Rey de los Duendes se quedaría con el bebé y lo convertiría en uno de los suyos pero, cansada y herida por las palabras de la madrastra, no pudo aguantar más...
Exclamó: "¡Rey de los Duendes, donde quiera que estés, llévate a este niño de mi lado...!".


Sarah (Jennifer Connely) dejó al niño en la cuna, apagó la luz y salió de la habitación. Se detuvo en medio del pasillo: el llanto de su hermano había dejado de escucharse... Regresó al dormitorio pero era demasiado tarde. Toby ya no estaba allí.
Un puñado de duendes correteaban por la habitación y una lechuza blanca golpeaba la ventana. Sarah estaba arrepentida pero cuando la lechuza consiguió entrar se transformó en Jareth, el Rey de los Duendes, y exclamó: "¡Lo dicho, dicho está!".


El niño está en su castillo, más allá de la ciudad de Goblin, y para recuperar a su hermano Sarah deberá resolver el misterio del laberinto en menos de trece horas. Si no, el niño se convertirá en un duende para siempre.


El reto no parecía demasiado difícil pero para superarlo Sarah tendrá que aprender a no dar nada por sentado y que las cosas no siempre son lo que parecen...






Atravesando increíbles peligros y superando innumerables fatigas Sarah llegará hasta el castillo de Jareth. Su voluntad es tan fuerte como la del Rey de los Duendes y él no tiene ningún poder sobre ella.



Sin la posibilidad de recurrir a la animación digital, Jim Henson encabezó hace un cuarto de siglo un proyecto llevado a cabo por un puñado de titiriteros que hoy nos permite saborear una fantástica aventura 'vintage'.

En ocasiones, para avanzar, es preciso dejar atrás cosas que, de vez en cuando, sin ninguna razón aparente, volvemos a necesitar. Entonces abrimos un cajón y... ¡allí están!




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