jueves, 15 de mayo de 2014

DOWNTON ABBEY (temporada 4): el precio del amor...

Mogro, 15 de mayo de 2.014


Estallan revoluciones y caen monarquías pero los novios siguen sin poder verse la noche antes de la boda: me pregunto qué hubiese sucedido si Mary hubiese mantenido los ojos cerrados...


Mary por fin se había quedado embarazada. Acaba de dar a luz a un precioso niño: su abuelo estaría dando saltos de alegría. ¿Sabría  el pequeñín sabría cuanta alegría traía con él...?


Matthew se sentía como si se hubiese tragado una caja de fuegos artificiales. Conducía desde el hospital hacia Downton, sonriente, feliz y distraído, cuando una tartana se cruzó en su camino. Un instante después yacía sobre la carretera: el brillo de su mirada se había apagado y un hilo de sangre se deslizaba por su cara. ¡Había muerto!




Matthew pensaba que la muerte quedaba muy lejos: murió sin hacer testamento. A Mary le quedará el usufructo vitalicio de una tercera parte de Downton Abbey y del resto de sus posesiones. Todo lo demás le corresponde a su hijo.
Robert, que aún es el propietario de la otra mitad de Downton, pretende administrar los bienes del pequeño George, aunque Mary sea su tutora legal, para evitar que ella tenga que preocuparse de temas de dinero.


Sin embargo, escondida entre las páginas de un libro de su oficina, apareció una carta de Matthew sin sellar:

Mi querida Mary,
nos vamos a Duneagle por la mañana y acabo de darme cuenta de que nunca he hecho testamento ni nada parecido, lo que puede parecer un acto de dejadez en un abogado que tu embarazo hace aún más irresponsable. Lo formalizaré cuando regrese y romperé esto antes de que lo leas pero será mejor haber escrito en papel que quiero que seas mi única heredera. No puedo saber si nuestro hijo será niño o niña, pero sé que será un bebé si me algo antes de que haya modificado mi testamento y entonces tú debes hacerte cargo.
Ahora firmaré esto y saldré a cenar contigo. Que agradable y encantador pensamiento...
Matthew

Los abogados han confirmado que la carta tiene intención testamentaria y que por lo tanto convierte a Mary en propietaria de la mitad de Downton Abbey y frustra los planes de Robert que pretendía recuperar el control absoluto de la propiedad.

De todos modos la familia tendrá que afrontar el pago de los impuestos de sucesión y el conde de Grantham considera que tal vez deban abandonar los planes de modernización de la propiedad y vender alguna tierra para poder hacerlo.
Mary también tiene derecho a opinar y cuenta con el apoyo del resto de la familia. Puede que no sea necesario hacerlo y que sea suficiente con diversificar las actividades desarrolladas en la propiedad y mejorar su rendimiento.


El precio del amor es una gran infelicidad cuando uno de los dos muere... Mary fue extraordinariamente feliz junto a Matthew. Siente que él le transformó: si fuese tan dura como era antes de conocerle ahora sería más feliz, pero no se puede volver atrás. Todavía ocupa su mente y no quiere olvidarle. No quiere estar sin él: ¡todavía no!

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