CAPRICHOS MUSICALES - 'EL AMOR Y LA MUERTE', ENRIQUE GRANADOS Y SU ENTORNO: improvisando...

Comillas, 4 de agosto de 2.016

Enrique Bunbury debería haber sido hoy cabeza de cartel de la jornada inaugural de la octava edición del Santander Music Festival. Teníamos los chubasqueros preparados -la lluvia estaba garantizada-, pero una inesperada e inoportuna faringitis ha dejado fuera de combate al artista maño.

Tras el reconocimiento médico efectuado a Enrique Bunbury por la médico valorada Dña. Ana González-Pinto Rodríguez (nº colegiado 3.239), ha constatado que padece un cuadro de faringitis y tos irritativa que le impide realizar su actividad profesional al menos en cinco días y en función de nueva evaluación. Por esta razón nos vemos obligados a declinar la invitación para actuar en el Santander Music Festival tal y como estaba previsto hoy día 4 de agosto de 2.016 en la Campa de la Magdalena.

Lamentamos profundamente todos los inconvenientes que esta desafortunada situación haya podido ocasionar.

Atentamente,

Rock & Chicken Management

Un dolor de garganta ha dado al traste con el concierto de Bunbury y puesto en un difícil brete a los organizadores del festival, quienes han dado la opción a aquellos que habíamos adquirido una entrada de día para la jornada de hoy de devolvernos el importe de la misma o canjearla por un abono para el festival completo, ignorando absolutamente a los aficionados más fieles, afectados de igual modo por la ausencia de uno de los principales artistas previstos en el cartel, y cuasándoles un tremendo malestar.

Yo he optado por modificar mis planes sobre la marcha. He cambiado a unos acompañantes por otros y después de recoger a mi madre -que se apunta a un bombardeo-, nos hemos desplazado hasta Comillas para disfrutar de la decimotercera edición de sus 'Caprichos Musicales'.

El músico libanés Ara Malikian, hijo adoptivo de la villa, coordina desde hacia varios años unas jornadas que en el seno de la Iglesia de San Cristobal acercan la música clásica a todo tipo de público.

Cambio a un Enrique por otro y me quedo con uno que demostró no tenerle miedo al agua cuando, pese a no saber nadar, se arrojó al gélido Mar del Norte para intentar ayudar a su esposa después de que el barco a bordo del cual cruzaban el Canal de la Mancha fuese torpedeado por un submarino alemán...

Ambos murieron ahogados y hoy, en Comillas, Ruzan Badalian (piano) y Serguei Mesropian (cello) han querido conmemorar el primer centenario de la trágica muerte del compositor español Enrique Granados (1.867-1.916) recuperando algunas de sus composiciones más hermosas ("Danzas Españolas", "Goyescas"...) e incluir en el programa piezas de un puñado de artistas que convivieron con él e influyeron en su producción artística (Gabriel Fauré, Claude Debussy, Maurice Ravel, Isaac Albeniz, Manuel de Falla...).

Enrique Granados nació en Lleida el 27 de julio de 1.867 en el seno de una familia militar que muy pronto hubo de trasladarse a las islas Canarias. Su padre sufrío un importante accidente en 1.874 al caerse del caballo que obligó a toda la familia a regresar a a la península. Fue entonces, instalado en Barcelona, cuando el joven Enrique comenzó a mostrar una clara inclinación hacia la música. La temprana muerte de su padre infundieron en él un fuerte sentido de la responsabilidad y la disciplina. Abandonó sus estudios musicales y empezó a trabajar como pianista en algunos cafés de la capital condal.
El empresario catalán Eduardo Conde se cruzó en su camino covirtiéndose en el mecenas que financió su viaje a París. Allí consolidó su formación y entabló amistad con músicos como Isaac Albeniz, Claude Debussy o Maurice Ravel.
Después de varios años regresó a España y consiguió publicar sus "Doce danzas españolas". Conoció a Amparo Gal y Lloberas y se casó con ella en 1.893. En 1.898 viajó a Madrid para estrenar su primera obra escénica, "María del Carmen".

De su pasión por la obra de Francisco de Goya nacieron los dos cuadernos de "Goyescas" para piano (1.911), siete escenas musicales que ilustran el desarrollo de una pasión amorosa entre dos 'majos', desde su primer encuentro hasta la trágica muerte de uno de ellos y la posterior aparición de su espectro. El éxito cosechado con su suite pianística propició que la Ópera de París le encargase una ópera; él convirtió el material pianistico de sus "Goyescas" en una obra lírica que, tras el estallido de la Primera Guerra Mundial, no pudo ser estrenada en la capital francesa y hubo de ser presentada en el Metropolitan Opera House de Nueva York. El estreno tuvo lugar el 26 de enero de 1.916 y el éxito fue apoteósico. Su popularidad subió como la espuma y el presidente Wilson le invitó a la Casa Blanca. El matrimonio Granados aceptó la invitación y pospuso su viaje de regreso a España. Devolvieron sus pasajes para el buque 'Antonio López', que hacía la línea Nueva York-Barcelona, y tres días después emprendieron un viaje que habría de llevarles a casa después de hacer un transbordo en Inglaterra y un trayecto en tren. Hacia las 14:30 del 24 de marzo de 1.916 el barco en el cruzaban el Canal de la Mancha -el Sussex-, fue detectado por un submarino de guerra alemán que lanzó un torpedo que impactó en el casco de la nave, partiendo el Sussex por la mitad. El matrimonio Granados fue engullido por el mar y tras su muerte los homenajes en su honor se sucedieron por todo el mundo. En el Metropolitan de Nueva York, con las luces del teatro apagadas, el escenario iluminado únicamente con un candelabro colocado encima del piano y todo el público puesto en pie, el pianista Ignacy Paderewski interpretó la marcha fúnebre de Chopin...