martes, 17 de agosto de 2021

MIAMOR PERDIDO: ¡perdóname!

Santander, 30 de julio de 2.021

“Miamor perdido” (2.018) es la última película dirigida por Emilio Martínez-Lázaro, autor de títulos como “Los peores años de nuestra vida” (1.994), “El otro lado de la cama” (2.002), “La montaña rusa” (2.012) u “Ocho apellidos vascos” (2.014).



Resulta verosímil pensar que, cuando escribió el guion, lo hiciera pensando en Dani Rovira, pues Mario, el personaje que este interpreta, es un tipo al que se parece un poco: un monologuista que cada noche se sube a un escenario para desnudarse delante del público y que cree en el amor a primera vista, sobre todo cuando la otra persona está muy buena…

Su compañera de reparto es Michelle Jenner. Ella da vida a Olivia, una actriz y dramaturga interesada por el teatro de vanguardia, especialmente el teatro de la crueldad, que pretende impactar al espectador con una experiencia radical para, así, obligarlo a prestar atención y poder llegar a emocionarlo.

Los dos son idiotas -en el buen sentido, quiero decir: como podríamos serlo cualquiera de nosotros-. Son simpáticos y completamente infantiles, y no podríamos enfadarnos con ellos, aunque quisiéramos.



Ambos comparten una fantástica historia sobre có-mo se conocieron… 



Les sobró bicicleta y les faltaron frenos, pero necesitaron cinco citas, la mitad de la filmografía de Woody Allen y una botella de vodka para darse el primer beso.



Adoptaron un gato para irse a vivir juntos con el que hablaban en valenciano. Lo bautizaron Miamor y v varios meses después, cuando el miedo a romper los hizo romper, el gato desapareció…




Entraron entonces en una dinámica extraña: trataron de hacerse la vida imposible el uno al otro, se hicieron daño y, aunque los dos querían parar, lo único que consiguieron fue que todo empeorara mucho hasta que aquello se les fue de las manos…

 

Busqué excusas para huir,

para alejarme más de ti,

pues tengo claro el porvenir:

¡te cansarás de mí!

Yo necesito otra ilusión

porque la nuestra va a morir;

no pierdas tiempo y di: “adiós”.

Dejémoslo aquí y no hay más…

¡También a mí me duele romper!

No me preguntes la razón

porque no es fácil de explicar.

No marchitemos la pasión;

mejor dejarlo ya.

 

Volverá: ¡yo no te quiero perder!

Ya verás…

Un nuevo amanecer te abrazará el corazón;

retornarás a mis pies.

 

Perdóname:

esta vez me equivoqué.

Tú eres la persona

con la que quiero crecer;

que me hace sentir,

que me hace feliz,

Eres tú…

Eres mi amor perdido: una obsesión.

Por una mentira, por el miedo a perder,

sin gracia y sin humor, te rompí el corazón.

¿Para qué?

¡Perdóname!

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