Santander, 19 de mayo de 2.011
Creo que es la primera vez que dos compañías de teatro cántabras se asocian para producir un espectáculo.
La maravillosa Blanca del Barrio escribe y dirige la obra y Sandro Cordero es quién sube al escenario para dar vida a ocho individuos que nos muestran otra cara del mundo del teatro.
La idea surgió el día que esta co-producción se iba a poner en marcha: Sandro no pudo acudir a la reunión y a Blanca, entonces, se le ocurrió la fantástica idea de comenzar la obra por el final: los espectadores aplauden y se baja el telón…
A partir de ahí nuestro actor, que sí que está, se tiene que multiplicar por ocho para dar vida a un montón de profesionales sin los que el teatro no sería posible pero también a un puñado de clásicos porque no olvidemos que los personajes son imprescindibles sobre un escenario.
El actor es importante pero nunca puede serlo más que el personaje que interpreta
Maravillosa clase de teatro…
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