lunes, 2 de julio de 2012

VICKY GASTELO: sin duda, soy uno de los suyos...

Santander, 29 de junio de 2.012

Con sólo cinco minutos de retraso respecto al horario previsto Vicky Gastelo ocupó su lugar sobre el escenario del Black Bird Club, apremiando al maestro de ceremonias de la sala para que procediese a la protocolaria presentación del artista y así poder comenzar la actuación de esta noche.


“Punk” ha sido el tema que la torrelavegense ha escogido para inciar el concierto de hoy, con el que concluye una gira de más de dos años paseando las canciones de su disco “En el fondo de los mares” por todos los rincones de nuestra geografía, una contundente declaración de principios:

Que caro es ser,
y proteger lo que uno cree;
o a mí me cuesta tanto.
Aunque me cueste más tiempo lograrlo,
y a ti las formas no te importen tanto,
no me rendiré.
No venderé mi alma al diablo,
te pide cuentas tarde o temprano;
y no, no cederé.

“Punk”
Vicky Gastelo

Dicen que el canta su mal espanta y ella reconoce además tener la fortuna de poder ponerle música.
Confiesa hacer canciones con el único próposito de echar fuera lo que lleva dentro: a veces duele, pero lo canta y se pasa.

No duele que se acabe, duele que
te echo de menos, amigo.
Ahora hablarás de mí,
como lo hacías de ellas conmigo.
Me equivoqué contigo.

“Me equivoqué contigo”
Vicky Gastelo

La letra de sus canciones desnuda su alma dejando al descubierto a una joven sensible, honesta, luchadora y exigente para la que la familia y los amigos son lo más importante.
Ellos son quienes, cuando pierde el rumbo, le ayudan a encontrar el camino de vuelta:

Recuérdame cómo era yo,
cuéntame qué es lo que te gustó.
Quiero ser igual pero mejor;
ser capaz de mirarme a la cara
respondiendo por cada error.

“Recuérdame”
Vicky Gastelo

A su lado durante toda la noche ha tenido a uno de los mejores guitarristas de nuestro panorama musical.


Cuando hace algo más de un año Vicky cantó en Torrelavega, sobre el minúsculo escenario improvisado en el Sez Turuta le acompañó un genial guitarrista al que entonces no conocía. Era José Barragán.
Le seguí la pista y supe que había acompañado a Antonio Vega en sus últimos conciertos, con quien había conectado de un modo especial y a quien incluso había llegado a dar clases de guitarra.
Recientemente ha participado en la grabación del último disco de Andrés Suárez aunque sus compromisos internacionales junto al venezolano Franco de Vita, con quien ha llegado a tocar en la ceremonia de entrega de los Grammy Latinos, no le han permitido acompañarle habitualmente en directo.

Su presencia hoy sobre el escenario estaba anunciada.
Barragán acaricia las cuerdas de su guitarra arrancándole sonidos increíbles que visten de gala los versos de Vicky. Es el mejor.

Al madrileño, además de tocar para los demás le gusta componer, y aunque reconoce expresarse mejor con la guitarra que con las letras, pretende sacar adelante su propio proyecto, Barragán Trío, donde alterna los temas instrumentales con otros cantados.

Vicky le ha cedido sus focos.
Se ha retirado a un lado y nos ha brindado la posibilidad de conocer de primera mano el sabor de sus canciones. Ha merecido la pena y espero tener pronto la oportunidad de verle sobre un escenario liderando una formación que destile rock de categoría.

Después de sumergirnos juntos “En el fondo de los mares” y de habernos presentado algún tema nuevo, que tal vez forme parte del próximo disco, la torrelaveguense ha amenazado con marcharse, pero sólo para regresar, mezclarse con el público y, cantándonos al oído, afianzar unos lazos que no importa si se atan o no.


No lo dudes, Vicky: sin duda soy uno de los tuyos.

“Aunque no sea yo”
Entre la línea del bien y el mal estamos tú y yo.
Si quieres tú, no quiero yo;
 si quiero yo, ahora tú no.
Contigo odio las formas, es tan bonito el contenido.
Debe ser amor aceptar que nunca estarás conmigo,
que siempres serás tú mi consentido.
Y así siempre será,
y así siempre será.
Aunque no sea yo quien despierte contigo,
aunque no sea yo quien cuide de ti,
aunque no sea yo quien abraces cuando estés dormido,
aunque no sea yo quien te haga feliz.

Entre mis manos, mi voz, mi paz, yo me quedo contigo.
Por encima del amor duerme lo que tú y yo sentimos.
Nuestros deseos viajan en un tren de largo recorrido,
y en cada estación un beso de los que nunca nos dimos.
Cómo el sol de la mañana.
Aunque no sea yo quien despierte contigo,
aunque no sea yo quien cuide de ti,
aunque no sea yo quien abraces cuando estés dormido,
aunque no sea yo quien te haga feliz.

Aunque sí sea yo quien se muere de celos
cuando me hablas de sueños y no pienas en mí,
aunque sí sea yo donde buscas consuelo,
con quien lloras tus penas,
pero nunca es por mí.

Vicky Gastelo

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