sábado, 18 de agosto de 2012

AMARAL - 'HACIA LO SALVAJE': ...esta vez sí

Santander, 28 de julio de 2.012


Conocí las canciones de Amaral durante mi último año en la facultad.
En el último curso eran habituales los trabajos en equipo y preparando uno de ellos, uno de mis compañeros me dejó una torre de compactos (todos piratas) para que pudiese escucharlos en casa.
No recuerdo nada de lo que de aquella caja salió salvo el sonido de los dos primeros discos de Amaral: "Amaral" (1.998) y "Una pequeña parte del mundo" (2.000).


Me gustaron y desde aquel momento les seguí la pista a Eva Amaral y Juan Aguirre que empezaban a sonar con fuerza en las emisoras de radio.

Sus caminos se habían cruzado en 1.992.
Dicen que hubo química entre ellos desde el primer encuentro. Abandonaron sus proyectos, se buscaron la vida juntos y parece que no les fue mal.
En 2.002 acababan de publicar su tercer trabajo de estudio, "Estrella de mar" y copaban el número uno en las listas de ventas acaparando todo tipo de premios.

El 27 de julio de 2.009 anunciaron su presencia en la campa de La Magdalena, durante las fiestas de Santiago, para presentar el que entonces era su último disco, "Gato negro, dragón rojo" (2.008).
Pese a que lo poco que había escuchado de su último trabajo no me había gustado demasiado no quería desaprovechar la primera oportunidad que se me presentaba de verles en directo.



El carácter gratuito del evento contribuyó a llenar la campa aunque muchos de los asistentes no estuviesen demasiado interesados en la música de Amaral.
Puede que lo lejos que estábamos del escenario y la pasividad del público que nos rodeaba desluciesen el concierto pero, en cualquier caso, la actitud de Eva sobre el escenario, fría y desangelada, distó mucho de lo que yo me esperaba.
La decepción fue brutal.

Este año, con un nuevo disco en el mercado, "Hacia lo salvaje" (2.011), los zaragozanos han vuelto a participar de los festejos de la Semana Grande santanderina sumándose de nuevo al cartel del festival Amstel Música en Grande, otra vez en la campa de la Magdalena.

Mi intención esta vez no era sumarme a la fiesta, pero la insistencia de un buen amigo al que la versión acústica de su último disco le había gustado especialmente me sacó de casa, aunque fuese a regañadientes.

Llegamos al recinto cuando los catalanes Cyan estaban terminando su actuación, pero no nos importó demasiado.
Una fina lluvia fue testigo de como Eva, Juan y su banda no tardaban en salir al escenario, mientras sonaba de fondo el "All tomorrow's parties" de los américanos The Velvet Underground, lanzándose a caminar "Hacia lo salvaje" escuchando en los árboles voces de tiempos remotos.

Esta vez sí, Eva demostró ser una de las mejores voces femeninas de nuestro panorama músical derrochando energía, fuerza y personalidad.



Confesando en un acto total de rebeldía su deseo de congelar el tiempo para volverse cenizas que se deshacen cuando sopla el viento y convertirse en polvo y energía o en la luz de dos estrellas extinguidas, fueron desgranando las canciones de su último trabajo entre las que destacan temas como "Hoy es el principio del final", o las nostálgicas "Riazor" y "Cuando suba la marea", y sentada al borde del escenario Eva le cantó a su Robin Hood:



"Robin Hood"
Cuando tocaba en los bares un borracho me decía
"en las cenizas del fracaso está la sabiduría",
la piedra filosofal que yo busqué cada día
y que aún no he podido encontrar
tal vez porque ya no exista.
Cuando dormía en los parques un arcángel venía
a protegerme de noche, a expantar a la policía.
No se lo que pasó,
si estaba escrito o no,
si fue su culpa o la mía,
pero mi ángel cayó
igual que yo caí en cada vicio que me descubría;
la diferencia entre él y yo
es que yo aún sigo con vida.
Siempre tenía un plan:
hablaba de escapar robando un barco del puerto;
si le hubiera dejado hubiera reventado 
la caja fuerte de un banco
creyendo en delirios de Robin Hood.
Delirios de Robin Hood...

Intercalaron temas de sus discos anteriores como "Estrella de mar" o "Sin ti no soy nada" y haciendo hincapié en que somos demasiados nos invitaron a olvidar todo aquello que nos separa para, recordando lo que nos une, convocarnos a una inevitable "Revolución". 


No consigo comprender como después de tantos años Eva y Juan no comparten un sólo gesto de complicidad sobre el escenario durante todo el concierto pero al menos esta noche pude reconciliarme con el directo de Amaral: ...está vez sí. 






No hay comentarios:

Publicar un comentario