Laredo, 8 de septiembre de 2.010
Hace ya unos cuantos meses que Fito & Fitipaldis empezaron la gira de presentación de su último disco, “Antes de que cuente diez”, y lo hicieron en Santander.
Allí, en el Palacio de los Deportes, estuve yo junto con mi cuñado. Teníamos ganas de Fito y disfrutamos de un buen concierto que sin embargo nos supo a poco.
La gira anterior, la correspondiente a “Por la boca vive el pez”, me había servido para conocer al artista vasco.
Nunca escuché a “Platero y tú” y al carro de los Fitipaldis me subí cuando ya habían presentado varios discos y se habían convertido en unos superventas.
En el otoño-invierno de 2.006 yo estaba trabajando en Bilbao y Fito actuaba en el BEC de Barakaldo. Era la excusa perfecta para organizar algo con los compañeros de la oficina así que aproveché para descubrir al vasco.
El BEC estaba lleno a reventar y disfruté de un concierto increíble. Fito no se puede decir que se mostrase muy simpático pero se entregó al público versionando sus canciones y regalándonos grandes momentos de rock con sus Fitipaldis.
Las canciones sonaban una detrás de otra, sin apenas una palabra de presentación del artista, pero nunca sabíamos cuando iban a terminar porque Fito y sus chicos se regodeaban con las arreglos.
La experiencia fue buenísima y meses después, cuando la gira llegó a Santander, pude compartirla con mi cuñado que en realidad era quien me había “presentado” al genio.
La presentación de la nueva gira estuvo bien pero le faltó chispa.
“Antes de que cuente diez” es un disco impresionante pero no sentí la magia del directo.
Este verano, sin embargo, los Fitipaldis han vivido algunas experiencias únicas: primero cogieron los trastos y se fueron a Londres a presentar su música a los ingleses y después viajaron hasta la Exposición Universal de Sanghai para dar un concierto que, aprovechando el “Aste Nagusia”, era retransmitido en directo en varias pantallas gigantes repartidas por las calles de Bilbao.
Hoy Fito y sus chicos han visitado el campo de fútbol de Laredo.
Están rodados y encima tocan en lo que fue la casa del artista.
Para él es un concierto especial y eso se nota en el escenario. Está contento de ver a numerosos antiguos amigos entre el público y les regala una noche de buen rock.
Hoy si hay magia sobre el escenario: Fito es un genio, pero tanto protagonismo como él tienen sus chicos: Joserra Semperena (piano y acordeón), Alejandro “Boli” Climent (bajo), Daniel Griffin (batería y percusión), Javier Alzola (saxo) y el genial Carlos Raya (guitarra).
Hoy no hay peros…
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