miércoles, 24 de octubre de 2012

VEGA: la música es su vida

Bilbao, 19 de octubre de 2.012


Nunca me he considerado un seguidor de Operación Triunfo aunque, como casi todo el mundo, me enganché a aquella primera edición del televisivo concurso que entre octubre de 2.001 y febrero de 2.002 buscaba un representante para Eurovisión y que saturó el mercado discográfico de nuestro país convirtiendo en rutilantes estrellas, más o menos fugaces, a jóvenes como Natalia, Gisela, Nuria Fegó, Manu Tenorio, Rosa López, David Bustamante, Chenoa o David Bisbal.

Las posteriores ediciones del concurso no tuvieron el mismo efecto pero guardo en mi memoria las ímágenes de una joven cordobesa que me cautivó el día que apareció en la gala 0 de la segunda edición del programa, con el pelo largo y su guitarra a cuestas, sentada en un tabuerte para ofrecer una cálida y poderosa versión del "What's up" de  4 Non Blondes.

http://images.coveralia.com/audio/v/Vega-India-Frontal.jpgEra Vega, y aunque probablemente su carácter y su manera de entender la música no encajaran con la filosofía del programa fue seleccionada y consiguió avanzar en el concurso hasta garantizarse la grabación de un disco que vio la luz en 2.003 y que se llamó "India".

En 2.006 abandonó Vale Music, discográfica vinculada a OT, para publicar su segundo trabajo, "Circular", y en 2.009 vio la luz "Metamorfosis". Su gira estuvo a punto de brindarme la oportunidad de verle actuar en directo pero a última hora se suspendió el concierto previsto en el BNS.

En 2.011 viajó a Los Ángeles para grabar "La cuenta atrás", un disco compuesto íntegramente por ella misma que comenzó siendo el proyecto de una artista independiente y al que después se sumó Sony Music.
"...Siendo honesta conmigo misma, una nueva etapa no supone la ruptura con las anteriores, sino más bien es el resultado de la experiencia adquirida del paso por cada una de ellas. 

Para explicarme mejor me remontaré a la época dorada de la música española: “La Movida”. Todo visto desde los ojos de quien nació en 1979, y que entonces no sabía que acabaría siendo un músico que intenta ganarse la vida sencillamente haciendo eso: música. Esto es un blog de opinión, la mía, desde el respeto y la subjetividad máxima que conlleva ser Yo con mis vivencias.

Es inevitable sentir nostalgia al repasar los 80 y el poso cultural que dejaron, para bien y para mal. Por aquel entonces en la programación de los medios de comunicación reinaban los espacios musicales, ya fueran en directo o en su mayoría en playback. Los fanzines colapsaban los kioskos. Cientos de grupos musicales de jóvenes salían al paso en rebeldía contra la censura tras años de represión dictatorial. Sus letras eran provocadoras en su gran mayoría. Una estética excéntrica, hábitos cargados de excesos y la pasión por la música conformaban el carnet de “socio”. Eran jóvenes en la España de la Transición, disfrutando de la anarquía al más puro estilo Disneyland en versión yonqui. La creatividad era desbordante al no encontrar parapeto, la productividad era profusa por vocación a pesar de la escasez de medios, pero aquellos afortunados que conseguían calar en el público llegaron a percibir cachés millonarios en cada concierto. El mundo era suyo. La música vivía un esplendor de pureza desprovista de tanto marketing y etiquetas. Géneros como el rock, el pop, el punk, el mod y la electrónica compartían los mismos escenarios por turnos y se llevaban bien. No me expreso desde la acritud y la crítica, sino todo lo contrario, quizás con cierta mescolanza de sentimientos, compartiendo muchas cosas con ellos, a excepción entre otras cosas de la “jeringuilla”, siendo burda y generalizando. Es fácil caer en el tópico afirmando “cómo me hubiera gustado vivir aquella época”. Pongamos los pies en el suelo. Estamos en 2011. Tres décadas después ya nada es lo mismo, para mal… y para bien.
En los 80 no había piratería, ni censura, ni etiquetas excluyentes, ni marketing matando moscas a cañonazos, ni programaciones sin espacio para la cultura, ni la obligación de ser políticamente correcto sí quieres ganarte la vida con esto… ni la cercanía con todo el público, ni el contacto directo con millones de personas de forma inmediata a uno y otro lado del charco, ni internet y toda la información de cada web, ni blogs de conocidos y anónimos donde expresarse libremente a golpe de click, ni un sonido en directo tan bueno (en un porcentaje tan grande), ni un abanico tan grande de posibilidades para hacer música.
No me sirven las lamentaciones por la pérdida de tiempos mejores para la música. Somos todos responsables cada vez que cambiamos de canal cuando un artista actúa en un programa de televisión, cada vez que bajamos la música sin pagar por ello, cada vez que un artista hace un disco mal y rápido sin respeto por el público, cada vez que un sello premia “el pelotazo” por encima de la calidad, cada vez que nos escandalizamos por cosas que antes se decían y disfrutaban y no pasaba nada, cada vez que una radio pide pasar por taquilla, cada vez que una revista etiqueta excluyendo y cerrando su puerta. Hemos querido el 100% de la libertad por herencia de épocas como los 80, tendiendo ilógicamente a la sobreprotección y la censura de todo lo que no es como nosotros o como a nosotros nos gusta. Los “indies” menosprecian a los “comerciales”, y los “comerciales” miran para ellos como sí de un gueto de bichos raros se tratase. Nos hemos convertido en nuestros propios libertadores y censores a la vez. Era de prever la colisión. Una colisión donde los mayores damnificados hemos sido nosotros mismos, y la cultura ha pasado a ser un pedigüeño que implora clemencia. Tenemos la llave para cambiarlo, ¿queremos?
Efectivamente es una pena saber que la década que me tocó vivir no podrá contarse a través de la música como sucede con los 80. Si, probablemente el resto de mi carrera sea un pico y pala constante convirtiéndome en un obrero musical. Sí, a casi todo sí. Pero no soy de los que se quedan embelesados pensando que cualquier tiempo pasado fue mejor. No, no soy ese tipo de persona. Soy del tipo de las que miran hacia delante buscando la forma de seguir disfrutando de lo bueno. Lo bueno: la cercanía con quienes, a pesar de los tiempos que corren, tienen hoy LA CUENTA ATRÁS en casa (y muchos de mis otros trabajos), con los que acuden a mis directos y en su programación de vida (que no en su vida programada) me tienen en cuenta. Tienen en cuenta a ésta, que para el disfrute de muchos y del propio, decidió embarcarse en este nuevo proyecto, con la convicción de ir por buen camino, impregnándolo del regusto por los 80's, no por nostalgia, sino por la satisfacción de retomar la música que me gusta, sin ninguna meta mediática ni ranking de ventas o radiados que la condicione.
Mi propia cuenta atrás comenzó en verdad hace ya muchos años. Hoy tan sólo he fletado el vuelo 547 invitando a quienes quieran disfrutar conmigo de proseguir el camino amenizándolo con canciones. Canciones que me nacieron del pecho, la constancia y el trabajo. Agradecida a vosotros, a mi familia y amigos, a mi manager Guillermo, a Sony y a los medios que difunden mi trabajo, por seguir empujando."

(Vega, 6 de octubre de 2.011)


Este año, merced al  mecenazgo de Estrella de Galicia, Vega emprendió en primavera una gira que concluyó en Santander, pero mientras ella hacía gala de su don de gentes y, a su modo, se comía el mundo en el Black Bird Club, yo disfrutaba del homenaje que sus alumnos le brindaban a un maestro de la danza en el Palacio de Festivales.


Parecía que nuestros destinos no se cruzarían pero surgíó una nueva oportunidad y esta vez no quería dejar pasar la oportunidad de ver a Vega en directo.

Algo más tarde de las diez comenzó la función y el público gritó convirtiendo sus emociones en canciones mientras ella sentía las miradas de unos ojos que pararon hoy sus vidas para poder escuchar su voz en un concierto y saltó al escenario dispuesta a agradecer cantando el cariño de toda la gente que hoy se unió por ella en la Sala Azkena de Bilbao.

La cuenta atrás había comenzado y convertidos en polizones nos colamos en el vuelo 547 para elevarnos sin miedo a caer y emprender un viaje a otro lugar que nos permita ver la tierra como un punto azul impreciso, sintiendo la oscuridad y la libertad.

Durante una hora y cuarto, sin bises, con el pelo corto, ojos grandes y radiante sonrisa, colgada de su guitarra y frente a un teclado que que lo único que hace es distraerla, la cordobesa, acompañada por Cesar Uña (batería), Arturo Ruiz (bajo) y Kike Fuentes (guitarra), ha desgranado los temas de su último trabajo, un puñado de terapéuticas canciones, optimistas y cañeras.

Su carácter rebelde y autosuficiente, aderezado con unas gotas de soberbia y prepotencia detrás de las que seguramente esconde sus heridas y sus miedos e inseguridades, le confieren una personalidad que le ha permitido brillar sobre el escenario pese a la mala calidad de un sonido que ha deslucido una prometedora noche de rock.
Me ha sorprendido gratamente descubrir su faceta más rockera aunque me he vuelto para casa con ganas de haber disfrutado también de la versión acústica de la cordobesa. 
Tal vez la próxima vez...


"Cuanta decepción"

Cuento estrellas antes de dormir para no volverme loca
con la vista fija en este techo que se agrieta sobre mi.
Cuanta decpeción, di todo por nada.
¡Idiota!
por donarte cada esquina de mi cuerpo,
por llevarte a conocer sus recovecos;
te hice un mapa señalando donde herir.
Mi silencio a tu mentira me asemeja más a ti.

Trato de sacar la tinta de tus iniciales en mi piel,
quiero escribirte en una nota que jamas regresaré.
No puedo pensar en nada, no puedo pensar en nada más;
siento una presión en mi cabeza, estoy a punto de explotar.
Cuanta decepción, di todo por nada. 
¡Idiota!
por donarte cada esquina de mi cuerpo,
por llevarte a conocer sus recovecos;
te hice un mapa señalando donde herir.
¡Idiota!
tan idiota que aún ahora no lo entiendo,
como sigo aquí enganchada a tus besos
prefiriendo no decirte que os vi.
Mi silencio a tu mentira me asemeja más a ti.
A este lado de la vida no hay nada,
aquí ya no hay nada,
ni excusas que valgan
porque esto es el fin.
(Vega)





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