GAUDEAMUS: los títeres no son sólo para niños

Santander, 2 de febrero de 2.014

Alguien me había hablado de la compañía de teatro La Chana. Creo que fue Ana Isabel Gallego...

Hace ya casi un año que su compañía, Teloncillo Teatro, estuvo en el escenario de Miriñaque presentándonos a "Otto". Al acabar la función, mientras recogían, los peques se acercaron a saludarles a ella y a su compañero, Ángel Sánchez, y a contemplar la multitud de objetos que habían manipulado durante su espectáculo. Mientras, yo aproveché para intercambiar unas cuantas palabras con Ana: hablamos de Bisóntere, donde yo les había conocido hace ya casi tres años, y ella me recomendó vivamente el trabajo de La Chana, una compañía de teatro que habían conocido en Segovia, durante el festival Titirimundi, y que iba a visitar el teatro de Escena Miriñaque sólo unos pocos días después, durante la octava edición del Indifestival.

Entonces no pude hacer caso a su recomendación pero cuando supe que este año la compañía salmantina repetía presencia en el Indifestival no lo dudé.
Hoy, en el tablao de Escena Miriñaque, los chicos de La Chana han presentado "Gaudeamus", una divertidísima y peculiar adaptación de la "Novela Ejemplar" firmada por D. Miguel de Cervantes "El licenciado Vidriera".

Convertido en botijo al servicio de una salerosa botella de 'Tío Pepe', el joven Tomás Rodaja se traslada a Salamanca ansioso por dejar atrás las turbias aguas de su pasado para convertirse en el hombre más famoso de su tiempo por sus conocimientos.

Interrumpió sus estudios y viajó a Italia y Flandes junto a una castrense cantimplora pero tras sopesar el valor de las satisfacciones extraídas de la vida militar decidió regresar a España para ganarse la fama en vida.
Concluyó su formación, se licenció y su camino se torció...

La suya es una sarcástica producción, sencilla y divertida, basada en la excelente capacidad interpretativa del único actor presente en el escenario y en la brillante caracterización y manipulación de los objetos propuestos.
Jaime Santos, convertido en narrador, manipulador y monigote, se ha encargado de recordarme que los títeres no son sólo para niños.
¡¡¡Gracias Ana!!!