Mogro, 19 de junio de 2.014
Hace unas semanas viajé con Xavier a Nueva York. Desde entonces tenía ganas de conocer su pasado y que fue lo que terminó llevándonos allí...
En 2.002 Cèdric Klapisch dirigió "Una casa de locos" ("L'auberge espagnole").
Entonces Xavier (Romain Duris) tenía veinticinco años y era un estudiante de economía. Un funcionario amigo de su padre le convenció de que, con las nuevas directrices europeas, dentro de unos años habría nuevos puestos en la administración: si hiciese una buena tesis sobre los aspectos más importantes de la economía española tal vez él pudiese ayudarle a conseguir un buen trabajo, pero para ello era preciso que conociese el país. Solicitó una beca Erasmus y viajó a Barcelona.
No le resultó fácil instalarse: buscaba un piso compartido y encontró una casa de locos. Se sumergió en el interior de una extravagante torre de Babel que le ayudó a dejar atrás el pasado y despegar hacia un futuro sin salidas que él mismo eligió...
En 2.005 Cèdric Klapisch le regaló "Las muñecas rusas" ("Les poupées russes").
Cinco años después de regresar a París, Xavier ha abandonado la administración y se ha convertido en escritor. Intenta huir de los clichés pero lo cierto es que, aunque nuestros buzones permanezcan vacíos y no paseemos en góndola, a todos nos gustan las postales...
Quiere a Martine (Audrey Tautou): sus paseos son largos pero comparten demasiados silencios. Se buscan en otros nombres y en otros cuerpos... Tal vez debieran dejar de soñar: ¿existe lo que buscan?
Pasamos demasiado tiempo comiéndonos el coco: cuando estamos solos nos preguntamos si encontraremos a alguien y, cuando lo hacemos, dudamos si será la persona adecuada, si nos ama de verdad o si nosotros la queremos a ella.
¿Por qué no arreglamos las cosas cuando sentimos que todo se va al carajo? Es más fácil cruzar los brazos y amordazar a nuestras manos, pero el azar nos regala instantes fugaces que pueden convertirse en acontecimientos extraordinarios.
Aprovechemos la ocasión y construyamos nuestra desordenada historia: ¿a qué estoy esperando?
No hay comentarios:
Publicar un comentario