martes, 13 de octubre de 2020

LOS CAÑONES DE NAVARONE: tomar decisiones nunca es fácil

 Santander, 9 de octubre de 2.020

Dirigida por J. Lee Thompson en 1.961 y protagonizada, entre otros, por Gregory Peck, Anthony Queen y David Niven, “Los cañones de Navarone” es puro cine bélico y de aventuras.


 

Basándose en una novela de Alistair MacLean publicada en 1.957, el guion lo firma Carl Foreman, uno de los represaliados por el comité de actividades antinorteamericanas durante la caza de brujas y guionista de títulos como “Solo ante el peligro” (1.952) o “El puente sobre el río Kwai” (1.957).

 

“Los cañones de Navarone” es un muy buen ejemplo del cine de acción de antes, aquel que permitía ganar un Oscar a los mejores efectos especiales sin renunciar a la posibilidad de construir unos perso-najes sólidos sobre los que cimentar una buena historia…



Grecia y las islas del mar Egeo han sido cuna de muchos mitos y leyendas de guerra y aventuras. El escenario es el mismo, pero nuestros héroes no son semidioses sino seres corrientes…

En 1.943, dos mil soldados británicos, exhaustos e indefensos, se hallaban sitiados en la diminuta isla de Keros. El alto mando enemigo había decidido hacer una demostración de fuerza en el Egeo con el único fin de obligar a Turquía a entrar en la guerra a su lado. El escenario de tal demostración iba a ser precisamente Keros, posición sin valor militar alguno, pero situada a muy pocas millas de la costa turca. La flor y nata de la maquinaria de guerra germánica, descansada y a punto, esperaba la orden de ataque. Los hombres de Keros estaban condenados; apenas les quedaba una semana de vida, a no ser que se les pudiera evacuar antes de la proyectada ofensiva...

El paso hasta Keros lo custodiaban y bloqueaban dos nuevos y grandes cañones controlados por radar situados en la cercana isla de Navarone que eran demasiado potentes y perfectos para que pudiera destrozarlos la flota aliada. El servicio de inteligencia aliado no había sabido del ataque proyectado hasta una semana antes de la fecha fijada para él. Lo que sucedió en los seis días siguientes se convirtió en la leyenda de Navarone…



Al capitán Keith Mallory (Gregory Peck) no hay nada que le guste tanto como un plan bien organizado. Habla griego y alemán con absoluta perfección, ha sabido conservar la vida en territorio enemigo durante año y medio y antes de empezar la guerra era el escalador más famoso del mundo; por eso ha sido elegido para ayudar a un reducido, pero selecto grupo de hombres a superar los cuatrocientos pies del acantilado sur de la isla -el único punto de la isla que los alemanes no vigilan-, reunirse con miembros de la resistencia griega y volar por los aires los cañones de Navarone. No pueden fracasar, o los seis destructores aliados destinados a rescatar a los ingleses confinados en isla de Keros irán a parar al fondo del Mar Egeo.

La suya es una misión suicida, pero, quíén sabe: tal vez lleguen y lo consigan. En la guerra todo puede ocurrir y en gente que parece de la más absoluta normalidad aparecen, de pronto, los más extraordinarios recursos: ingenio, valor, capacidad de sacrificio…



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