San Sebastián, 29 de julio de 2.011
Conocí a Bon Jovi en 1.986, más o menos a la vez que medio mundo,
cuando salió al mercado su tercer trabajo de estudio, “Slippery when wet”, y se
hartaron de vender discos.
Quisieron
etiquetarles como una banda de heavy metal aunque ellos nunca pretendieron
encasillarse en este estilo musical.
Aún les dio tiempo a publicar un disco más, “New Jersey” (1.988), que les
consolidó como una de las mejores bandas de los años 80 antes de que tensiones
internas originaran un primer parón en la actividad del grupo.
Volverían
en 1.992 con “Keep the faith” pero para entonces yo ya había relegado sus
cintas pirateadas al fondo de un cajón de mi habitación.
En
1.994 publicaron un disco recopilatorio, “Cross road” y al año siguiente un
nuevo álbum de estudio, “These days”, con los que esta vez encandilaron a mi
hermano que desempolvó mis viejas casetes para disfrutar de temas como “Bad
medicine” o “Living on a prayer”.
Sin
embargo un nuevo parón en su actividad hizo que, aunque regresaron en el año
2.000, yo les perdiese la pista definitivamente.
En 2.010 publican un nuevo disco recopilatorio, “Greatest hits, the
ultimate collection”, e inician una gira mundial que por supuesto habrá de traerles
a España y Javi no está dispuesto a que dejemos pasar la oportunidad de
disfrutar del directo de una banda de rock histórica.
“Bon
Jovi, open air” es el nombre de una gira que ha pasado por Barcelona antes de
llegar hoy a Donosti, donde gracias a él hemos podido vibrar con casi tres horas
de rock de primera calidad.
Llegamos
al estadio Anoeta aún de día.
Nos
sentamos sobre el protegido césped del campo de fútbol y mientras tomamos unos
cachis de cerveza y calimocho oímos de fondo la actuación de The Rebels, un
grupo madrileño que pasa sin pena ni gloria por una jornada tan especial.
Se
acercan las diez de la noche, hora fijada para el comienzo del concierto de la
banda estadounidense.
Al
grito de “desde Reinosa, Cantabria…” Rulo salta al ruedo acompañado de su Contrabanda.
El
campurriano consigue poner a la gente en pie y aunque todo resulta un poco frío
seguro que para él fue un momento especial.
El
sol se va; se hace de noche y se encienden los innumerables focos que forman la
enorme guirnalda que corona el gigantesco escenario al que salta la banda de
New Jersey.
Al
fondo una inmensa pantalla en la que durante más de tres horas vemos como el
grupo lo da todo.
Jon Bon Jovi (vocalista y fundador de la banda) y David Bryan
(teclista) nos regalan una noche formidable pero por encima de ellos brillan
la batería de un potentísimo Tico Torres y la guitarra de Richie Sambora que
después de superar sus problemas con el alcohol demuestra que sigue en plena
forma y es capaz de ponernos los pelos de punta.
Los
cuatro se reparten minutos de gloria y disfrutan viendo como las 35.000
personas que hemos ido a verlos vibramos con ellos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario