domingo, 28 de abril de 2013

NATS NUS DANSA - 'MONS': ¡cruza la puerta, busca tu rincón!

Santander, 27 de abril de 2.013


Dani se preguntaba que había pasado con las nubes que hacía un rato llenaban el escenario. "Después de jugar con ellas han vuelto a soltarlas", le dije, y al acabar la función las buscamos en el cielo de Santander.


La compañía de danza barcelonesa Nats Nus Dansa se ha inspirado en la obra del escritor e ilustrador taiwanés Jimmy Liao para crear su último trabajo, "Mons", un espectáculo familiar que hoy ha presentado en la Sala Pereda del Palacio de Festivales.



No voy a deciros como me escondo yo en mi rincón del mundo, pero puedo revelaros como lo hacen los demás… 
Algunos en sueños, se adentran en otro universo. 
Otros al leer, encuentran pasajes secretos. 
Los hay que, jugando con un niño, sin darse cuenta, van a parar a ese mundo oculto. 
Y también otros, en el cine, se cuelan en ese prodigioso lugar de evasión. 
En vuestro rincón del mundo, todo lo que está hecho se puede deshacer, el curso del tiempo se puede invertir lentamente. 


("Esconderse en un rincón del mundo",
Jimmy Liao)


Claudia Moreso, directora de la compañía y responsable de la ídea original de "Mons", funde la danza con la música, la manipulación de objetos y las artes audiovisuales para que sobre el escenario Gema Díaz, Emili Gutiérrez, Joan Palau y Noemí Ventura nos propongan un emocionante y delicado viaje a nuestro interior.






Tres conejillos inquietos les llevan a su particular país de las maravillas dejándonos una puerta abierta a nosotros para que nos colemos por ella y busquemos nuestro propio rincón, ése en el que nos encontremos a gusto. ¿A quién no le apetece...?








Existe un lugar en el mundo en el que me encuentro a gusto, un espacio que se convierte en mi refugio momentáneo, al que puedo ir cuando necesito respirar un rato en silencio. Un rincón en mi interior, fantástico, que me sirve para ordenar mis ideas y calmar mi corazón. 
Hay tantos rincones como personas en el mundo y muchas puertas por las que entrar, los niños tienen acceso directo, a los adultos nos cuesta un poco más encontrar la entrada, pero en el preciso momento que ponemos un pie dentro, todo se transforma…. El tiempo y las dimensiones cambian y todo se llena de posibilidades, se resuelven los problemas y por un momento podemos volver a sonreír. 
En este rincón podemos ver las cosas de mil formas diferentes, muy cercanas o muy lejanas, de espaldas, de lado o de frente, cabeza abajo o cabeza arriba...; otros puntos de vista, diferentes miradas, todo se puede transformar, las posibilidades son infinitas y los espacios se llenan de una gran belleza que nos cura, nos fortalece, que nos recuerda que puede existir un mundo mejor para cada uno de nosotros. 
Si al entrar, cerramos bien la puerta y conseguimos que no se cuele nada del exterior, estamos salvados... Pero ten cuidado, no nos podemos quedar para siempre... En algún momento tendremos que salir, eso sí, llevándonos dentro una brizna de toda esa maravilla. 

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