San Salvador, 14 de julio de 2.013
El ferrocarril de la Orconera se convirtió en la infraestructura más importante de las vinculadas a las explotaciones mineras de la Sierra de Peña Cabarga durante el siglo XX, pero no fue la única.
Otras compañías instaladas en la sierra durante los últimos años del siglo XIX utilizaron el ferrocarril de vapor para transportar el mineral extraído de sus entrañas.
José Mac Lennan era el propietario de las minas Complemento. A finales del siglo XIX se las arrendó, junto con los lavaderos proyectados frente a la estación de ferrocarril de San Salvador, a la compañía santanderina Sociedad Minas Complemento, fundada en 1.898.
En 1.902 la compañía concluyó la construcción del ferrocarril proyectado por su antiguo propietario para transportar el material extraído en las minas desde el pie del plano inclinado, situado en el barrio Santa Ana de Liaño, hasta su lavadero. Allí era descargado y, aprovechando la fuerza de la gravedad originada por los 18 metros de desnivel existentes, ocho batideras y cuatro dragas eliminaban sus impurezas antes de transportarlo por una segunda línea de ferrocarril de 200 metros de longitud que, pasando sobre las vías de la línea Santander-Solares, lo llevaba hasta un embarcadero situado en la confluencia de la Ría de Tijero con la Ría de Solía.
El muelle de San Justo, uno de los más antiguos de la bahía, fue adquirido por Mac Lennan en 1.886 y la compañía Sociedad Minas Complemento hubo de reformarlo para aumentar la capacidad de embarque del mineral lavado que desde aquí se trasladaba a los centros de consumo.
En 1.902 la compañía San Salvador Spanish Iron Ore, cuyas instalaciones habían sido inauguradas en 1.891, acometió la construcción de una linea de ferrocarril de 1.042 metros de longitud para transportar mineral desde su lavadero hasta el muelle de carga de la Sociedad Minas Complemento que, pagando un canón, podía utilizar desde su origen en virtud del acuerdo alcanzado entonces con Mac Lennan.
Los 2,4 kilómetros del ferrocarril de Minas Complemento discurrían con una pendiente ligeramente favorable y contemplaban la construcción de un apartadero, dos túneles -el del Trochuzo (300 ml) y el de la Maza (200 ml)-, varios terraplenes y un gran número de pontones, entre los que que cabe destacar los que salvaban la cadena flotante de la sociedad San Salvador Spanish Iron Ore y el barranco de la Teja, y requirieron la ejecución de varias obras de fábrica complementarias para corregir algunos corrimientos de tierra de cierta consideración acaecidos poco tiempo después de su inauguración
Otras compañías instaladas en la sierra durante los últimos años del siglo XIX utilizaron el ferrocarril de vapor para transportar el mineral extraído de sus entrañas.
José Mac Lennan era el propietario de las minas Complemento. A finales del siglo XIX se las arrendó, junto con los lavaderos proyectados frente a la estación de ferrocarril de San Salvador, a la compañía santanderina Sociedad Minas Complemento, fundada en 1.898.
El muelle de San Justo, uno de los más antiguos de la bahía, fue adquirido por Mac Lennan en 1.886 y la compañía Sociedad Minas Complemento hubo de reformarlo para aumentar la capacidad de embarque del mineral lavado que desde aquí se trasladaba a los centros de consumo.
En 1.902 la compañía San Salvador Spanish Iron Ore, cuyas instalaciones habían sido inauguradas en 1.891, acometió la construcción de una linea de ferrocarril de 1.042 metros de longitud para transportar mineral desde su lavadero hasta el muelle de carga de la Sociedad Minas Complemento que, pagando un canón, podía utilizar desde su origen en virtud del acuerdo alcanzado entonces con Mac Lennan.
Los 2,4 kilómetros del ferrocarril de Minas Complemento discurrían con una pendiente ligeramente favorable y contemplaban la construcción de un apartadero, dos túneles -el del Trochuzo (300 ml) y el de la Maza (200 ml)-, varios terraplenes y un gran número de pontones, entre los que que cabe destacar los que salvaban la cadena flotante de la sociedad San Salvador Spanish Iron Ore y el barranco de la Teja, y requirieron la ejecución de varias obras de fábrica complementarias para corregir algunos corrimientos de tierra de cierta consideración acaecidos poco tiempo después de su inauguración
La compañía Minas Complemento se disolvió en 1.920, al agotar sus yacimientos, aunque se continuó embarcando mineral almacenado hasta 1.924. El lavadero y el ferrocarril dejaron de utilizarse y el muelle de San Justo fue abandonando pero si nos acercamos a San Salvador aún podemos encontrar algunos vestigios del pasado.
Junto a la antigua carretera nacional que atraviesa San Salvador se alza un sobrio y voluminoso edificio de planta cuadrada que en el pasado albergó las oficinas de la sociedad.
Si echamos a andar por la parte posterior del edificio y pasamos bajo los dos viaductos construidos para que la jovencísima Ronda de la Bahía salve las marismas de San Salvador, por encima de la línea de ferrocarril Santander-Bilbao y bajo el puente que permite a la autovía A8 cruzar la Ría de Solía llegamos a la confluencia de ésta con la Ría de Tijero y, si tenemos suerte y la marea está baja, podremos contemplar el arranque de los seis pilares de mampostería que en el pasado sostuvieron el transitado muelle de San Justo, muy próximos a los restos del embarcadero de la Compañía del Ferrocarril Santander-Bilbao, inaugurado en 1.898 y el único de la zona que no pertenecía a una compañía minera.
Regresamos junto a las antiguas oficinas de la compañía minera.
Enfrente de éstas, al otro lado de la carretera, podemos contemplar los restos de una serie de fábricas de mampostería y ladrillo que permiten la formación de una serie de bancadas escalonadas hoy cubiertas de vegetación pero que antaño permitieron la instalación del lavadero de mineral.
Caminando por la carretera que desde la fábrica de prefabricados de hormigón situada junto a la ría conduce hasta Santiago de Cudeyo llegamos a la parte superior del lavadero y un amplío horizonte se abre frente a nosotros.
Intuimos los últimos metros del antiguo trazado de la línea de ferrocarril que permitía transportar el material extraído de la tierra hasta aquí y tratamos de seguirlo pero se sumerge en un túnel y desaparece.
Lo he buscado pero no he conseguido encontrarlo. Tal vez vuelva a intentarlo...
No hay comentarios:
Publicar un comentario