martes, 27 de agosto de 2013

JIMMY BARNATÁN & THE COCOONERS: estábamos condenados a encontrarnos

Santander, 16 de agosto de 2.013


Unas zapatillas rosas, dos muñequeras de cuero, grandes anillos de plata, pendientes, tatuajes, un pañuelo atado al cuello y una barba descuidada envuelven a un personaje al que prefiero dejar a un lado para disfrutar de su música.
Jimmy Barnatán nació en Madrid, aunque confiesa sentirse cántabro y argentino a la vez con un toque neoyorkino. Se trata de un polifacético artista al que conocí por su aparición en alguna serie de televisión pero que además ha hecho cine y teatro, dirigido cortos, escrito libros y liderado varios proyectos musicales.

Hace ya casi dos años, cuando acababa de publicar su segundo disco: "After de blues times", las redes sociales me hicieron darme de bruces con su música y enseguida supe que su directo y yo estábamos condenados a encontrarnos.
El azar y nuestras agendas no nos lo pusieron fácil. Él reside en Madrid pero visita Santander con cierta frecuencia y casi siempre encuentra un hueco para subirse a un escenario a cantar. Muchas han sido las fechas de mi agenda que he reservado para asistir a alguno de sus conciertos pero una y otra vez, por uno u otro motivo, siempre terminaba por cancelar mi cita.
Este verano ha sido especialmente prolífico para Barnatán que antes de regresar a la capital ha vivido "un largo sueño de blues".
Su nombre aparecía en el programa de nuestra Semana Grande y pensé que el festival Santander Music on the Street (SMS) me iba a brindar por fin la oportunidad de conocer su directo pero la lluvia me hizo desistir; después cantó en Reinosa pero yo estaba en Madrid (viendo a Mark Knopfler) y hace poco en el Black Bird pero los amigos son lo primero...

Hoy ha vuelto a actuar en Santander. Su verano se acaba y esta ocasión ya no podía dejarla pasar.
Después de disfrutar de una sabrosa barbacoa en muy buena compañía, sin tiempo de pasar por casa y con el aroma a churrasco incrustado en la camiseta, nos hemos dirigido a la calle Castelar. El Nido del Cuco es un sofisticado pub al que sobra luz y falta duende pero Jimmy y sus Cocooners esta noche han conseguido transportarnos a uno de esos clubes neoyorkinos en los que nuestro bluesman se empapó de música.
Natxo Miralles (percusión) marca los tiempos, transformando los minutos en horas mientras Sergio González (guitarra), el hombre de las diez mil yemas en los dedos, se las lleva de calle pero es el carisma de Jimmy Barnatán el que, a pesar de sus personalísimos, reiterados, desquiciantes e insoportables gruñidos, atrapa a su público desgarrando nuestras entrañas con el poderoso blues que sale de las suyas. ¡ESPECTACULAR!

Seguiré anotando las fechas de sus conciertos en mi agenda pero desde hoy mis citas con él serán algo prioritario. A finales de septiembre publicará nuevo disco: "Room 13"; lo presentará en Santander y yo estaré allí con él. ¡Anotado queda! 

No hay comentarios:

Publicar un comentario