Santander, 24 de noviembre de 2.013
El buen hacer del equipo de Delfuego Booking me llevó hoy al Escenario Santander y un reguero de velas encendidas me condujo hasta su estudio de grabación: 'Moon River'.
Un puñado de sillas, todavía vacías, invade el estudio. Frente a la pecera se extiende un pequeño escenario de madera decorado con globos de luz y guirnaldas de bombillas. Un micro y una banqueta aguardan a los músicos. Hace calor...
El público ocupa sus asientos. La sala se llena.
Las luces se apagan y la música me envuelve.
Las luces se apagan y la música me envuelve.
Un tipo rubio vestido de negro con una guitarra ocupa el escenario. Se presenta: es Joseph Parsons y asume que puede que ninguno de los presentes le conozca.
Da lo mismo: sus pequeñas le desnudan. Canciones sinceras que él nos entrega con una voz cálida y reconfortante. Un puñado de medios tiempos con sabor a folk americano que se enganchan al corazón contagiándonos su melancolía. Una hora de concierto que me sabe a demasiado poco: ¡quiero más!
Tras un breve descanso el lugar de Joseph Parsons lo ocupa Tim Easton, un socarrón vaquero procedente de Tenesse con camisa a cuadros, sombrero, guitarra, armónica y un baterista borracho anclado a su pie izquierdo.
El suyo es un sonido desgarrado: menos melancólico y más visceral. Un sonido que golpea y zarandea con un guitarreo implacable impregnado del aroma de Nashville.
El de hoy ha sido un concierto acústico muy íntimo en un escenario incomparable que me ha brindado la oportunidad de conocer a dos 'leones de carretera' y disfrutar de música de calidad sin necesidad de recurrir a poses y oropeles: ¡una exquisitez!
El de hoy ha sido un concierto acústico muy íntimo en un escenario incomparable que me ha brindado la oportunidad de conocer a dos 'leones de carretera' y disfrutar de música de calidad sin necesidad de recurrir a poses y oropeles: ¡una exquisitez!
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