lunes, 23 de diciembre de 2013

CHEBÚ: les tengo un cariño muy especial

Santander, 18 de diciembre de 2.013


La luna llena me ha conducido hoy hasta el Rubicón...
Esta noche estaba invitado a un cumpleaños al que no quería faltar. 
Nahún y Yenia no podían elegir otro sitio para festejar los tres añitos de Chebú: ¡ésta es su casa!
"Amigos: Chebú nació en el Rubicón un 15 de diciembre, hace tres años. Este año volvemos para celebrarlo y nos gustaría haceros un regalo: regalaros una canción. Decidnos cuál os gusta y la versionaremos..."
(Nahúm y Yenia)


Lo habían anunciado a través de las redes sociales y hoy han cocinado para nosotros un sabroso brownie y un ramillete de canciones a las que ellos han puesto su puntita de sal.

Una multicolor selección de temas en el que han tenido cabida clásicos como "Hallelujah" o "Ne me quitte pas" y que nos ha permitido reinventar a artistas tan variopintos como Mª Dolores Pradera, Sixto Rodrigúez, Amaral o Katie Melua.


El Rubicón se ha llenado para saborear sus canciones.
Todos estábamos a gusto y eso se ha notado. La complicidad entre ellos y su público ha sido palpable: unos y otros hemos disfrutado de una cálida reunión de amigos.

Han cocinado mi canción...
Nahúm acariciaba el piano mientras Yenia me buscaba y su mirada me decía: "es para ti, a ver si te gusta".
Yo he guiñado un ojo y susurrado "gracias". Me ha salido del corazón...


La desgarrada voz de Lhasa de Sela ha volado hasta la barra del bar, y desde ahí ha subido al cielo, para que después Nahúm y Yenia, respetando las tradiciones rusas, le regalasen una flor a Marcos...

Un fado de Amalia Rodrigues ha servido para ponerle el broche final a una noche irrepetible antes de que junto a ellos le diésemos gracias a la vida por tanto como nos ha dado: la risa y el llanto, el sonido, el abecedario, dos luceros con los que distinguir lo negro del blanco, dos pies con los que recorrer ciudades y charcos. y un corazón que agita su marco...

No me resulta fácil expresar con palabras lo que Chebú me hace sentir cuando se sube a un escenario.
Obviamente adoro sus melodías, el modo en que Nahúm acaricia el piano y el color de voz de Yenia, pero hay mucho más...
Me cautivan su espontaneidad, su timidez, su ternura, su delicadeza, su fuerza, su dulzura... Rezuman sinceridad y con sus canciones han sido capaces de hacerme estremecer, erizar el bello de mis brazos y arrancarme alguna lágrima.
No les conozco más allá de sus canciones pero les tengo un cariño muy especial.
¡Felicidades y gracias!

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