martes, 11 de marzo de 2014

COQUE MALLA: ya le estamos echando de menos...

Santander, 8 de marzo de 2.014


Hoy hace trescientos sesenta y cinco días que echó a rodar el último proyecto de Coque Malla: "Mujeres".
El madrileño había grabado una selección de sus mejores temas interpretados a dúo con algunas de las voces femeninas más interesantes de nuestro panorama musical.
El disco aún no estaba en la calle pero el 8 de marzo del año pasado Coque lo presentó en una sala de León en la que, por desgracia, nos topamos con el peor público que me he encontrado jamás.


Esperaba poder volver a verle y saborear la iniciativa que había puesto en marcha: viajaba sólo, pero en cada ciudad que visitaba invitaba a acompañarle sobre el escenario a alguna voz femenina desconocida que el seleccionaba a partir de los vídeos que recibía en su cuenta de correo electrónico.
Santander no formó parte de su gira y las fechas correspondientes a sus visitas a Valladolid, San Sebastián y Oviedo estuvieron apuntadas en mi agenda pero al final no pudo ser.

Me quedé sin volver a ver como compartía sus canciones con un puñado de mujeres anónimas pero entonces me sorprendió la noticia de que añadía nuevas fechas a su gira, ya sin espontáneas, pero con la presencia a su lado del pianista David Lads.
Hoy ha visitado Santander...


El Escenario Santander se ha vestido de gala para recibirle: mesas y sillas repartidas al pie del escenario y multitud de velas encendidas que aportaban calidez a un local cuyas paredes vestían hoy un puñado de cuadros firmados por Santos de Veracruz.


"Impresionante el Escenario Santander; intuyo un concierto increible..."
(Coque Malla)

La sala se llenó para recibir al astronauta:


Soy un astronauta más, pero voy sin nave:
una mujer me la robó, una mujer sin llave.
Ahora voy buscando hogar: un planeta estable,
donde pueda trabajar en mi nueva nave...

Ya no se donde estará, ya no se si existe.
Solo quiero navegar y no sentirme triste,
y seguir buscando hogar: mi planeta amable,
donde pueda terminar mi segunda nave...


Coque Malla derrocha sobre el escenario personalidad, carisma, elegancia y sensibilidad. Sus canciones están hechas de acordes y silencios: nosotros respetamos unos y otros, y saboreamos una noche mágica.


Estamos solos, nadie nos mira;
nadie vigila, nadie conspira.
Bruja del norte, bruja encendida:
eres mi casa, eres mi vida.
Déjate llevar, deja de frenar.
Tú sólo déjate llevar...


Hace unos semanas Coque ofreció un fantástico homenaje a Lou Reed, fallecido el otoño pasado: en la sala El Sol, de Madrid, junto a una banda a la que bautizó The Satellites y con una larga lista de invitados, interpretó integró su disco "Transformer", respetando hasta el orden de las canciones.
Hoy la ocasión era perfecta para compartir con nosotros un pedacito de aquello: primero ha cantado "Perfect day" y "Satellite of love" y después, discretamente, las ha lanzado al cielo. 

Sin querer hemos llegado al final.
Ha presentado a una banda ausente, a la que echa de menos, y casi a oscuras nos ha dicho adiós susurrándonos su versión del "No surprises" de Radiohead.
Sabemos que la despedida será larga, pero ya le estamos echando de menos...


Pues queridos, llegó el momento de despedirse por un tiempo.
Después de siete largos y apasionantes años sin parar es hora de caminar otros senderos, vivir nuevas aventuras y deciros "hasta pronto".
Tranquilos, no es algo repentino e inmediato: va a ser una larga y divertidísima despedida, pero en algún momento, entre julio y septiembre, este circo guardará a los elefantes, a los leones, a la mujer barbuda y enrollará la lona.
Siempre he rechazado esa tendencia de algunos periodistas de clasificar por etapas los discos que hacemos los músicos: "dinos, Coque, ¿se cierra una etapa con este disco?"... Me lo han preguntado en todos y cada uno de los que he sacado, incluyendo los de Los Ronaldos, y la respuesta ha sido siempre la misma: "pues..., yo qué se..., no... o sí, puede ser...". Nunca tuve la sensación de que al componer y grabar canciones estuviese cerrando o abriendo nada; más bien siento cosas, o intuyo cosas, o me invento cosas y se las cuento con una guitarra en la mano al que las quiera escuchar. Así de sencillo.
Pero esta vez es diferente.
Echando la vista atrás, me doy cuenta de una manera clarísima de que algo empezó cuando me puse a componer las canciones de "La hora de los gigantes" y que algo se terminará cuando este año de el último concierto de la gira de "MUJERES".
Por el camino: "Termonuclear", un disco y un año de vivencias que resonará para siempre en mi alma con un eco fuerte y misterioso.
Y por el camino también, unos cuantos encuentros increíbles y fundamentales, sin los cuales este viaje hubiese sido imposible, además de un aburrimiento. Saludo a Iván Ferreiro, a Mauro, a Nico, a Barry, a Eli, a Dani y al otro Dani, entre otros muchos. Y os saludo a todos con toda mi alma, de verdad. Y os doy las gracias con todo el corazón.
A los demás no os saludo (vosotros sabéis quienes sois) porque no os pienso perder de vista.
Se qué todo esto suena muy melodramático y que muchos os estaréis acordando de aquel vídeo en el que os decía muy enfadado que dejaba la música y me marchaba a Nueva Zelanda a cultivar kiwis... pero no es para tanto.
Simplemente esta vez sí, siento que se acaba una etapa y que voy a descansar un tiempo hasta la siguiente; y me parece que los que habéis estado ahí os merecéis saberlo. Cuando dentro de dos o tres años sienta la necesidad de transformar todo lo que me pase en canciones y conciertos, volveré... como el zorro.
Quiero viajar a México para tocar. Y quiero hacerlo con calma. Prepararlo muy bien. Quiero meterme en otros proyectos donde la responsabilidad sea de otros, o por lo menos sea compartida. Quiero pasar más tiempo con mi hija. Quiero observar los acontecimientos para poder escribir sobre ellos desde un nuevo punto de vista. Quiero aburrirme. Quiero aprender a tocar la guitarra y a cantar (y lo digo en serio). Quiero escribir a ciegas. Quiero cocinar platos exquisitos y ofrecérselos desnudo a mi mujer desnuda. Quiero que seáis el centro de atención mientras yo leo el New York Times. Quiero que os animéis a cambiar las cosas. Quiero que me salga una larga barba con brillos y canas. Quiero encontrar diamantes y esmeraldas. Y sobre todo quiero que cuando vuelva a escribir canciones, hablen de algo que haya ocurrido de verdad, a alguien de verdad, en algún lugar que exista de verdad. Aunque sea mentira...
Nos vemos en los conciertos.
Coque.


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