GEMA HERNÁNDEZ: correré entre tus palabras hasta llegar a mi piel

Santander, 15 de febrero de 2.014

¿Quién es Gema Hernández? Eso fue lo primero que me vino a la mente cuando supe que, de la mano de los responsables de La Casa del Abuelo, iba a visitar el Black Bird Club.

Tanto Diego como los pájaros merecen, cuando menos, mi atención, así que le busqué en spotify y escuché "Lo que vendrá" (2.013), un ecléctico ramillete de canciones deliciósamente arregladas para cuya grabación contó con la colaboración de Leo Jiménez y Coque Malla. 

Ella es una chica de Zamora instalada en Alicante: "licenciada en guitarra clásica y maestra, canto y compongo desde ni se sabe... y busco un hueco donde llevar todo lo que sueño".

Participó en la primera edición del televisivo concurso "La Voz". Afortunadamente ningún gurú de la música apretó el pulsador: sus butacas se quedaron quietas y a ella se le cerraron algunas puertas pero, a cambio, conservó las riendas de su destino.

Le esperan sueños y duendes que le cubran de abrazos y, sin detenerse más, buscará en el aire cometas que le lleven a otra parte dejando atrás el miedo a tener, a sentir que no está lista, a correr, a volar y a alzar la vista.

Su destino le ha traído hoy a Santander...

Tiene amigos en la tierruca y eso se nota: hay muy buen ambiente en la sala. Gema no está sóla: ha venido con su banda al completo.

Coque Malla le ayudó a echar a volar. Juntos promocionaron "Mujeres" y ahora, antes de que todo estalle, sale a caminar descalza.
La banda se retira momentáneamente para que ella nos regale un par de versiones con sabor a jazz. Nos gustan y, al más puro estilo Nadal, cierra el puño satisfecha contagiándonos su entusiasmo.

Regresan sus compañeros. Los metales visten sus canciones y Antonio Vega y Cold Play completan su repertorio mientras yo, acostumbrado a quererte sin tener tu carita al despertar, me duermo entre sus brazos.

A menudo me conformo

con tenerte a dos centrímetros de aquí.

A menudo tengo celos

de ese aire que me toca antes de ti.

Miedo de la lluvia

porque borra tus caricias de mi piel.

Miedo dan las sombras:

se hacen una pa'que yo no pueda ver.

Van doliendo nuestros pasos

porque avanzan en distinta dirección.

Esperando tus abrazos

hacen guardia hoy mis manos y mi voz.

Me da miedo no tenerte, me da miedo naufragar.

Este océano de dudas no me deja respirar.

Acostados frente a frente, aprendiendo a soportar

esa idea de sentirme sólo en esta oscuridad.

No te vayas.

No te vayas de mi mente...

("No te vayas", Gema Hernández)