domingo, 16 de marzo de 2014

PEÑA CABARGA, MINA COLORÁ - BARRIO DE RIOZ: la niebla nos deja sin premio

Pámanes, 15 de febrero de 2.014

Hace sólo unos días que pasé por Pámenes ignorando un desvío que conducía a La Mina Colorá. Hoy he regresado con Javi al lugar del crimen...



Dejamos el coche en Sobremazas y desandamos el camino que hace unos días me llevo sobre el antiguo trazado de los ferrocarriles mineros que extraían el mineral de Peña Cabarga por su vertiente sur.
En media hora llegamos al barrio Tarriba, en Pámanes, y en vez de dirigirnos hacia el pueblo, continuamos caminando en línea recta por un sendero de color rojizo y comenzamos a subir hacia la sierra de Peña Cabarga.
Atravesamos una hermosa pradería que se desploma hacia el este y pasamos junto a una cabaña en ruinas. 


Un poco más adelante atravesamos la línea de árboles que nos flanquea por la izquierda y continuamos ascendiendo siguiendo las difuminadas marcas de pintura roja que señalan cual es el camino correcto. A nuestros pies quedan los Pozos de Valcaba, en los que se llevaba a cabo el lavado del material extraído de las entrañas de la montaña. 


En una pequeña depresión que se abre a nuestra izquierda intuyo que los árboles y la maleza disimulan la boca de la mina.


Continuamos subiendo y coronamos la sierra en un collado situado entre el Pico Llen y Castril Negro. El camino se difumina pero sabemos que la niebla que nos envuelve esconde a nuestra derecha los repetidores de Peña Cabarga. 
Nos dirigimos hacia ellos. Recorremos un sendero que atraviesa una zona salpicada de pinos y nos damos de bruces con el camino por el que subimos al Pico Llen cuando recorrimos la Sierra de Peña Cabarga desde La Concha de Villaescusa.
La última rampa es exigente pero en poco más de dos horas hemos llegado a los pies del Monumento al Indiano. La niebla nos deja sin premio: ¡hoy aquí no hay nada que ver!

Descendemos por la carretera asfaltada hasta la zona de las cabañas y allí tomamos un desvío a nuestra derecha que habrá de llevarnos al Barrio de Rioz, en Sobremazas.



En frente nuestro se eleva el monte Pico Castillo y a nuestros pies se extienden el embalse de Heras y el búnker del Banco Santander, con su inquietante Ojo Rojo que todo lo ve.


Unas balizas de madera nos conducen hasta el interior de un bosque de eucaliptos por el que descendemos hasta las casas situadas junto a la carretera que va de Sobremazas al pantano.
Volvemos al asfalto y después de una hora regresamos al coche, que habíamos dejado aparcado junto al área recreativa de La Covachona, un hermoso paraje en el que las aguas de esta surgencia kárstica se unen al Arroyo Cubón.


Intenet hablada de un recorrido de algo más de cinco horas y media. El monte nos ha regalado dos horas: algo tendremos que hacer con ellas...


No hay comentarios:

Publicar un comentario