viernes, 28 de marzo de 2014

JUEGO DE TRONOS (XIX): los dragones crecen deprisa

Mogro, 30 de junio de 2.013

Los dragones crecen deprisa, pero no lo suficiente: Daenerys necesita un ejercito. Tendrá un auténtico khalasar cuando demuestre su fuerza, pero no antes.



Ella y sus dothrakis han cruzado el mar venenoso para llegar a Astapor, cuna de los Inmaculados. Son los mejores soldados del mundo, pero son esclavos; son hombres adiestrados día a día, de sol a sol, hasta dominar la espada corta, el escudo y las tres lanzas: sólo un joven de cada cuatro sobrevive a la rigurosa instrucción. Su disciplina y su lealtad son absolutas. No le temen a nada y la muerte no significa nada para ellos.



Ser Barristan Selmy (Ian McElhinney) ha estado buscando a Daenerys de la Tormenta desde que el rey Robert murió y su hijo Joffrey le despojó de su capa blanca para suplicarle perdón. Ha malgastado sus años luchando por reyes terribles pero había hecho un juramento y un hombre de honor debe cumplirlo aunque sirva a un lunático o a un borracho. Por una vez en su vida quiere saber lo que es servir con orgullo y luchar por alguien en quien cree. Fue guardia real de su padre: juró proteger a su familia y les falló, pero si le permite formar parte de su guardia no lo volverá a hacer.


Él y ser Jorah disienten. Mientras éste pretende que la joven khaleesi compré un ejército que luche para ella, ser Barristan es partidario de que los hombres que luchen a su lado lo hagan porque creen en ella y no porque los haya adquirido en una subasta.



Daenerys les escucha a ambos, pero toma sus propias decisiones. Compra todos los Inmaculados disponibles, y también a los jóvenes en formación. Una vez realizado el intercambio ordena a sus soldados que rompan las cadenas de los esclavos y maten a sus amos mientras sus dragones arrasan la ciudad.
Después se dirige a sus Inmaculados: "Habéis sido esclavos toda la vida. Hoy sois libres. Os doy mi palabra de que cualquiera que quiera irse puede marcharse sin que nadie le haga daño. ¿Lucharéis por mi como hombres libres?"


La respuesta es unánime: sus soldados baten el suelo con el mástil de sus lanzas. Ya tiene el ejército que necesitaba y con ellos marcha hasta Yunkai.



Tomar la ciudad no acercará a Daenerys a Poniente ni al Trono de Hierro pero tras sus murallas hay más de doscientos mil esclavos: doscientas mil razones para hacerlo. Aceptará la rendición de los esclavistas; de lo contrario Yunkai sufrirá el mismo destino que Astapor.
Daario Naharis (Ed Skrein), miembro de Los Segundos Hijos, ejército mercenario que defiende la ciudad, entra en su campamento. Trae las cabezas de sus capitanes: le ordenaron matarla pero él peleará por ella. Los Segundos Hijos son suyos como lo son él, su espada, su vida y su corazón.


La ciudad cae. Los esclavos son libres. Gritan su nombre: le adoran... ¡No está sola!








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