VICKY GASTELO - 'CON EL VIENTO DE CARA': la vida nos regala sus canciones

Santander, 12 de abril de 2.014

Han pasado cuatro años desde que Vicky Gastelo grabó su último disco. Hace poco que ha presentado su nuevo trabajo, "Con el viento de cara", en el que las circunstancias, de manera natural, le han llevado a dar un paso más y asumir las labores de producción.

Hace unos meses Chefo Barragán estuvo en nuestra tierruca. Estaba a punto de trasladarse a Austin (Texas) pero antes de cruzar el charco quiso entrar al estudio y dejar grabadas unas guitarras para su amiga Vicky. Aquello le sirvió a ella para darse cuenta de que tenía muy claro como quería que sonasen sus canciones: lo que pretendía era trasladar su directo al disco porque ese es su sonido más sincero. Ella hace los discos para poder girar, tocar y cantarle a la gente: eso era lo único que necesitaba conseguir y tiró para delante...

Ya hace dos años que Vicky dejó Madrid para volver a su hogar. Torrelavega le aporta tranquilidad y cada vez que le preguntan responde con contundencia: "¡de aquí no me muevo!". La vida no ha dejado de regalarle canciones: éstas están escritas desde la tranquilidad de su casa.
La distancia le ha permitido desconectar un poco y  romper, en cierta medida, con sus temas anteriores para empezar de cero, con el papel en blanco, evitando la tentación de escribir sobre lo mismo de siempre porque, aunque lo que más le gusta en el mundo es tocar en directo, la vida es mucho más que un escenario. 

Esta noche Vicky ha presentado su último trabajo en el Black Bird Club. No ha venido sóla: sus chicos están con ella. Ellos son Gastelo también, su otra mitad, y por eso no ha dejado pasar más de una canción sin presentarles. Son David Escudero (guitarra), Dani Casielles (bajo) y Mario Carrión (batería) y su presencia en el escenario me ha permitido descubrir la cara B de unas canciones que hasta hoy sólo conocía en su versión acústica.

No conozco a Vicky pero sus canciones la desnudan y sus letras me ayudan a gritar muchas de las cosas que a menudo me callo. Tal vez por eso su sueño es también un poco mío...
Hace tiempo que no estaba tan nervioso antes de que empezase un concierto y me he emocionado viéndola disfrutar sobre el escenario regalándonos sonrisas: ¡¡¡GRACIAS!!!

Contigo siempre he odiado las formas:
¡es tan bonito el contenido!

Se apagaron algunas estrellas,

se fundió el chocolate

y tuve miedo a perderte pero
tú nunca te borraste...
Aunque no sea yo quien despierte contigo,
aunque no sea yo quien cuide de ti,
aunque no sea yo a quien abraces cuando estás dormida
y aunque no sea yo quien te haga feliz,

yo siempre quise que fueras tú.
Tuve miedo a perderte,
pero ahora estoy aquí y no quiero dar más vueltas sin ti...
¡¡¡Siempre quise que fueras tú!!!

La suya parece una buena estrategia: viajar con la rabia justa, mantener a raya la tristeza y serle siempre fiel al corazón...
Aún así lloverá, porque tiene que llover, pero en medio del aguacero volverá a salir el sol. Yo también necesito amor y ansío encontrar una sonrisa al despertar pero por suerte sé que siempre, cada día, a las ocho en su portal, me estarán esperando los dos de siempre: soy sinceramente suyo...