Mogro, 30 de marzo de 2.013
Noviembre, 1618: la guerra ha terminado y una nueva era ha comenzado. Las criadas devuelven la normalidad a Downton Abbey. La guerra derriba barreras y, cuando la paz vuelve a levantarlas, es fácil encontrarse en el lado equivocado...
Tom Branson (Allen Leech) no es sólo el chófer de los Crawley: es un joven irlandés con ideas socialistas. Cuando empezó a rondar a Sybil (Jessica Brown-Findley) y le confesó que le amaba ella no estaba segura de sentir lo mismo por él. Ahora sí...
Ha descubierto lo que es trabajar, tener el día ocupado y estar cansada de verdad, y no quiere volver a probarse vestidos, hacer visitas y quedarse de brazos cruzados. Fugarse con Tom le habría permitido escapar de todo eso pero hubiese supuesto romper con su familia. Tiene veintiún años y no necesita el permiso de sus padres para amar a quien desee, pero si su perdón y su comprensión si no quiere perderles para siempre antes de empezar su nueva vida.
Sybil les cuenta a sus padres que Branson ha encontrado trabajo en Londres: se irá con él, se casarán y ella buscará trabajo como enfermera. Su padre se siente herido y ultrajado pero ellos demuestran firmeza y determinación: sus amenazas y chantajes serán vanos. Lo importante es que se aman. Todo lo demás son detalles sin importancia.
No fue fácil pero finalmente el Conde de Grantham tendió la mano a su chófer: tal vez él sepa como hacer feliz a su hija y eso es lo único que él quiere para ella.
Sybil les cuenta a sus padres que Branson ha encontrado trabajo en Londres: se irá con él, se casarán y ella buscará trabajo como enfermera. Su padre se siente herido y ultrajado pero ellos demuestran firmeza y determinación: sus amenazas y chantajes serán vanos. Lo importante es que se aman. Todo lo demás son detalles sin importancia.
Mientras tanto Cora pretende que Matthew abandone Downton Abbey y regrese a su casa: de ese modo él aprenderá a ser lo más independiente posible y Mary podrá seguir con su vida. Tal vez por eso hizo llamar a Lavinia...
Cuando milagrosamente Matthew recuperó la sensibilidad de sus piernas anunció que se casaría con su antigua prometida tan pronto como pudiese tenerse en pie.
No hacía falta que la Condesa viuda de Grantham le confesase que Mary seguía enamorada de él... No necesitaba volver a quererla porque nunca dejó de hacerlo pero Lavinia permaneció a su lado dispuesta a cuidarle durante el resto de su vida y ahora no siente que no puede abandonarla: ¡se casarán en primavera!
Antes la gripe española llegó a Downton Abbey para brindarles a Matthew y Mary unos minutos de intimidad...
El doctor Clarkson suministró aspirinas y canela a diestro y siniestro y fue suficiente para casi todos pero la convaleciente Lavinia sorprendió a su prometido besando a lady Mary y prefirió dejarse morir antes que interponerse entre ellos liberando así a Matthew de su compromiso.
Mary pospone la elección de la fecha de celebración de su boda con Richard pero sabe que es el único modo de mantener a salvo su buen nombre y la reputación de la familia.
Su padre, sin embargo, prefiere que rompa su compromiso con un hombre que únicamente le hará infeliz aunque eso pueda acarrear un terrible escándalo para la familia y le sugiere que viaje a América con su abuela y vuelva de allí con un vaquero del oeste que les sorprenda porque ella se merece un buen hombre a su lado que le ame de verdad.
Antes de emprender el viaje confesó a Matthew que un diplomático al que apenas conocía, y del que por supuesto no estaba enamorada, había muerto en su cama antes de que la guerra comenzase.
Matthew no necesitó perdonarle porque realmente sentía que no había nada que tuviese que perdonarle: hasta ahora cada uno había vivido su vida por separado y ya era hora de que los dos las viviesen juntos. Se arrodilló frente a ella y dijo: "lady Mary Crawley, ¿me harías el honor de casarte conmigo?"
Cuando milagrosamente Matthew recuperó la sensibilidad de sus piernas anunció que se casaría con su antigua prometida tan pronto como pudiese tenerse en pie.
Antes la gripe española llegó a Downton Abbey para brindarles a Matthew y Mary unos minutos de intimidad...
Su padre, sin embargo, prefiere que rompa su compromiso con un hombre que únicamente le hará infeliz aunque eso pueda acarrear un terrible escándalo para la familia y le sugiere que viaje a América con su abuela y vuelva de allí con un vaquero del oeste que les sorprenda porque ella se merece un buen hombre a su lado que le ame de verdad.
Antes de emprender el viaje confesó a Matthew que un diplomático al que apenas conocía, y del que por supuesto no estaba enamorada, había muerto en su cama antes de que la guerra comenzase.
Matthew no necesitó perdonarle porque realmente sentía que no había nada que tuviese que perdonarle: hasta ahora cada uno había vivido su vida por separado y ya era hora de que los dos las viviesen juntos. Se arrodilló frente a ella y dijo: "lady Mary Crawley, ¿me harías el honor de casarte conmigo?"
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