jueves, 1 de mayo de 2014

DOWNTON ABBEY (temporada 3): adaptarse es mejor que extinguirse

Santander, 30 de marzo de 2.013

Primavera de 1.920: Europa se recupera de los horrores de la Gran Guerra mientras Matthew y Mary ultiman los preparativos de su boda. Son conscientes de que discutirán por Downton, por sus hijos y por muchas cosas más, pero saben que ninguno de los dos será feliz jamás con otra persona a su lado.


La de Sybil fue una insensata boda fugitiva. La de Mary será igual de romántica y además nos brindará la ocasión de asistir a los duelos dialécticos de sus dos abuelas (Maggie Smith y Shirley McLaine). Amor y posición en un bonito envoltorio, ¿quién pediría más? El día de la ceremonia todos fueron felices y muchos pechos estuvieron a punto de estallar...



Sybil y Tom visitaron Downton para asistir a la boda de Mary con Matthew. Sus maletas viajaron con ellos pero en ellas faltaba un esmoquin y sobraban algunas proclamas revolucionarias.



Regresaron a Irlanda después de la ceremonia pero unos meses después se vieron obligados a huir de Dublín, después de que la policía acusase a Tom de participar en despreciables actos de violencia injustificada contra intereses angloirlandeses.
Merced a la intervención del Conde de Grantham las autoridades inglesas prometieron dejarles en paz si no regresaban a Irlanda y se vieron obligados a quedarse en Dowton Abbey.



Sybil estaba embarazada: le dolía la cabeza, tenía los tobillos hinchados y parecía desorientada. Tal vez si le hubiesen llevado a un hospital y le hubiesen practicado una cesárea se hubiese evitado la eclampsia que provocó su muerte. Su hija nació sana pero ella murió pocas horas después del parto presa de horribles convulsiones...




...

Hacía meses que el fideicomisario del patrimonio de los Crawley se había reunido con Robert en Londres para comunicarle la grave situación en que se encuentran: durante la guerra se preveían tiempos difíciles para Downton y el Conde de Grantham, ignorando los consejos de sus asesores y dejándose llevar por las previsiones de crecimiento que se auguraban para las ferroviarias tras el conflicto, invirtió gran parte de su patrimonio en la compañía propietaria de la línea más importante de la norteamérica británica pero en la actualidad ésta está a punto de ser declarada en bancarrota con lo que se perderá todo el dinero invertido. Robert se convertirá en el conde al que se le cayó la antorcha y permitió que se le apagara...

Si no hay dinero para mantener Downton Abbey la familia perderá su fabulosa casa a menos que la propiedad se divida y sea vendida por partes, pero entonces nada tendrá sentido: la propiedad debe ser una fuente de empleo y el sostén de la casa.

¡Un aristócrata sin criados es tan útil como un carpintero con un martillo de cristal! 

Matthew podría ser la solución. Es posible que herede una importante suma de dinero del padre de Lavinia pero su conciencia le impide aceptarlo puesto que el Señor Swire le incluyó en su testamento porque creía que era el gran amor de su hija cuando en realidad, aunque él no lo supo, fue quien le destrozó el corazón y arrebató la voluntad de vivir: ¡ahora no se puede aprovechar de ello!
Sin embargo Lavinia debió escribir a su padre antes de morir, después de haber intentado persuadir a Matthew de que suspendiese la boda; al menos eso se deduce de la carta que el señor Swire dejó escrita para Matthew:
Lavinia te amaba y agradecía que estuvieras dispuesto a sacrificar tu propia felicidad. Por eso te encomendó a mi cuidado.
Tengo pocos allegados y he decidido en su nombre añadirte  a mi lista de herederos. Dado que no creo que sobreviva a los dos primeros será poco probable que leas esta carta pero si lo haces y has recibido el dinero debes saber que tengo pleno conocimiento de lo que sucedió. Por favor, no permitas que el dolor, la culpa o el arrepentimiento te impidan emplear ese dinero.
Que Dios te bendiga, hijo mío
Reggie

Robert no aceptará el dinero de Matthew pero estará encantado de que éste se convierta en copropietario de Downton Abbey: compartirán la casa y la finca y ambos serán propietarios a medias.


El mundo es muy distinto ahora de como era antes de la guerra. La propiedad está mal administrada. Muchas de sus granjas han sido completamente descuidadas: sus arrendatarios pagan rentas muy bajas y no trabajan las tierras como deberían. Se pueden hacer muchas cosas para hacerla más rentable pero convencer a Robert no será una tarea agradable.
Será preciso invertir en nueva maquinaria, nuevos métodos y nuevas técnicas pero aumentará la productividad. Tom será el nuevo administrador y toda la propiedad se beneficiará. ¡Downton debe ser autosuficiente si pretende sobrevivir!
Matthew necesita el apoyo de Mary. Está seguro de que puede hacer que Downton sea un lugar seguro para sus hijos si es que algún día los tienen... 

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