viernes, 30 de enero de 2015

EL HOBBIT (II) - LA DESOLACIÓN DE SMAUG: lo peor aún estaba por llegar

Mogro, 20 de enero de 2.015


Peter Jackson rodó de forma simultanea las tres películas que le permitieron trasladar a la gran pantalla su particular versión de "El hobbit".
El inesperado viaje que le sirvió para dar forma a la primera parte de su trilogía resultó emocionante y nos permitió vislumbrar y comprender mejor algunos de los peligros que inevitablemente se ciernen sobre la Tierra Media.
Sin embargo, cuando una bandada de águilas gigantes depositó a Bilbo, Gandalf y sus trece pequeños amigos a los pies de la Montaña Solitaria lo peor aún estaba por llegar...


En 2.013 se estrenó "La desolación de Smaug", segunda parte de una trilogía que habría de completarse posteriormente con "La batalla de los cinco ejércitos". Más de cinco horas de metraje que entretiene al público aficionado al cine fantástico y de aventuras pero que estira sin mucho fundamento el cuento escrito por J. R. R. Tolkien recurriendo a batallas interminables que en ocasiones se parecen más a los gráficos de un juego de ordenador que a planos cinematográficos y a personajes ficticios que Peter Jackson se saca de la manga sin ninguna argumento que lo justifique.


"El nigromante no es lo que parece y si su enemigo ha regresado han de saberlo..."
Siguiendo las instrucciones de la elfa Galadriel, Gandalf abandonó la compañía de los enanos para dirigirse a los Altos Páramos: ¡los espectros del anillo han sido convocados en Dol Guldur...

Mientras tanto, el resto de la expedición, comandada por Thorin, hubo de atravesar el Bosque Negro y cruzar el gran lago para llegar a las ruinas de Valle: la desolación de Smaug.


Una vez allí, bajo la luz de la última luna de otoño, buscaron incansáblemente la cerradura que habría de permitirles abrir las puertas del reino de Eregorn.


Aquí yace el séptimo reino del pueblo de Duri...
Que el corazón de la montaña una a todos los enanos en defensa de este hogar.

Mientras los trece enanos permanecían en el exterior Bilbo descendió al corazón de la montaña para buscar la Piedra del Arca y arrebatársela al temible dragón: sus dientes son espadas, sus garras lanzas y sus alas un huracán. Su piel es dura y sólo una flecha negra podría atravesarla pero el día que Smaug destruyó Valle el señor de la ciudad consiguió arrancarle una escama bajo su ala izquierda: ¡ése es su punto débil!



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