viernes, 13 de febrero de 2015

LA VENGANZA DE LOS SITH: llegan las respuestas...

Mogro, 12 de febrero de 2.015


En 2.005 George Lucas estrenó el tercer capítulo de la saga "Star Wars", "La venganza de los Sith", y por fin encontramos las respuestas que buscábamos...


¡Guerra! La República se desmorona bajo los ataques del despiadado lord Sith, el Condee Dooku. Hay héroes en ambos bandos. El mal está por doquier.
En una contundente jugada, el diabólico líder droide, el General Grievous, ha irrumpido en la capital de la República y ha secuestrado al Canciller Palpatine, líder del Senado Galáctico.
Mientra el ejército droide separatista trata de huir de la capital sitiada con su valioso rehén, dos Caballeros Jedi lideran una misión desesperada para rescatar al Canciller cautivo...

Tres años después de que se iniciasen las Guerras Clon, los partidarios de la República creen haber obtenido una importante victoria liberando al Canciller Palpatine. Sin embargo Lord Sidious siente que el fin de la guerra se acerca: la muerte del Conde Dookur ha sido una perdida necesaria, pero pronto contará con un nuevo aprendiz: alguien más joven, con mucho más poder.

La fe en su aprendiz equivocada puede estar.

El Senado concede cada vez más poderes ejecutivos y autonomía al Canciller Palpatine, quién se mantiene en el cargo aun cuando su mandato hace tiempo que expiró. Esto supone menos deliberaciones y más acción...
La guerra ha destruido los principios de la República y supuesto el final del diálogo. Tal vez ésta se haya convertido en el mal que los Jedi pretendían destruir y la democracia a la que creían servir ya no exista...

Hace tres años, tras el ataque de los clones, Padmé y Anakin se casaron en secreto en el Pais de los Lagos. Ahora ella está embarazada y ambos quieren disfrutar del momento más feliz de sus vidas.



Sin embargo Anakin siente que no es el Jedi que debe ser. Se exige demasiado. Tiene pesadillas en las que Padmé muere durante el parto. Teme perderla y piensa que su amor no podrá salvarla: sólo sus nuevos poderes lo harán...


La muerte una parte natural de la vida es.
El miedo a la perdida un camino hacia el lado oscuro es.

El miedo le permitió disimular su ambición y le condujo de modo vertiginoso hacia el reverso tenebroso de la Fuerza. Fue fácilmente seducido por la viperina lengua del Canciller Palpatine y se reveló contra sus maestros.

El bien es sólo un punto de vista.
Los Sith y los Jedi son similares en casi todos los aspectos, incluido el de la búsqueda de un mayor poder...

La profecía decía que Anakin derrotaría a los Sith y devolvería el equilibrio a la Fuerza, pero ésta mal interpretada pudo haber sido...
Darth Sidious se esconde bajo la faz del Canciller Palpatine. Corrompido por el Señor Oscuro de los Sith, el joven Skywalker se convirtió en su nuevo aprendiz, y cumpliendo sus órdenes le ayudó a exterminar a los Jedis y viajó a los Sistemas Periféricos para eliminar a los líderes separatistas y así poner fin a la guerra y consolidar el dominio de los Sith sobre la Galaxia.


Una lastimosa pelea entre Obi-Wan Kenobi y Anakin sobre un mar de lava diseñado por ordenador entre supuso el final del joven Skywalker. Él era el elegido, el que destruiría a los Sith. Debería haber devuelto el equilibrio a la Fuerza y no haberla hundido en la oscuridad.



Mientras tanto, el Canciller Palpatine convocaba una sesión especial del Congreso...
Recurrió a una inexistente rebelión Jedi para justificar la disolución del Senado. A fin de poder garantizar la seguridad y mantener la estabilidad, la República se convirtió en el primer Imperio Galáctico, preservando así el orden y la seguridad de la sociedad. En medio de un estruendoso aplauso murió la libertad...



Anakin sobrevivió al devastador poder del fuego sólo para convertirse en aquello que había jurado destruir.
Padmé murió de pena, pero sus hijos sobrevivieron. Estaba embarazada de gemelos. Sus hijos nacieron sanos: Luke y Leia.



Yoda sabía que los Sith no debían conocer la existencia de los niños. Ocultos, a salvo, habrían de mantenerlos. Separarlos deberían y, hasta que el momento llegase, desaparecer...

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