Santander, 14 de febrero de 2.016
Enrique Morente, el eterno discípulo de los cantarores viejos, murió en Madrid el 13 de diciembre de 2.010. Paco de Lucía lo hizo en México el 25 de febrero de 2.014.
Desde hace unos meses, en el Rubicón, los domingos están muy vivos. Hoy sus duendes han abandonado a las musas para acercarse a la calle del Sol y recibir el sincero homenaje de sus admiradores.
Si yo encontrara la estrella que me guiara,
la metería muy dentro de mi pecho y la venerara.
...si encontrara la estrella que en el camino me alumbrara.
Por el escenario han desfilado corazones latiendo a flor de piel, voces desgarradas, dedos que acarician las cuerdas de una guitarra y manos que se deslizan sobre el teclado de un piano.
Artistas que han destilado humildad, respeto, nervios y emoción, y que han compartido con nosotros su poesía y su duende, dejándonos frío en la garganta y sangre hirviendo corriendo por las venas. ¡¡¡Pero que bonito ha sonado!!!
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