martes, 6 de abril de 2021

EL PADRE DE CAÍN: ¡ya está bien!

 Santander, 30 de abril de 2.020

“El padre de Caín” (2.016) es una miniserie de televisión basada en la novela homónima escrita por Rafael Vera, Secretario de Estado para la Seguridad del gobierno de España entre 1.986 y 1.994 condenado en 1.998 a diez años de prisión y doce de inhabilitación absoluta por el secuestro de Segundo Marey y malversación de fondos para la financiación de los G.A.L.

 



Años 80…

Eloy Rodríguez (Quim Gutiérrez) es teniente de la guardia civil. Hace un año que pidió el traslado al cuartel de Intxaurrondo, en San Sebastián, y se lo acaban de conceder. No es el mejor momento para trasladarse al País Vasco: su mujer está embarazada de cinco meses y hace tres semanas tuvo una amenaza de aborto, pero, justo ahora que acaban de matar a un compañero, no puede negarse. Cuando vuelva -si vuelve-, podrá pedir el destino que le de la gana…


 

En Intxaurrondo están muy cabreados. Llevan no-venta muertos a manos de E.T.A. Cada semana, matan a dos de sus agentes. Eloy es destinado al grupo de información. Llevará una vida lo más normal posible: se alojará en una pensión y se hará pasar por un trabajador de Telefónica. Begoña (Aura Garrido) es la dueña del hostal. Es guapa y cocina bien. Nunca antes se había liado con un cliente…




La vida en el cuartel no es nada fácil: aquello parece Fort Apache, o el puto Vietnan. La gente mira para otro lado y hace como que no pasa nada, pero sí que pasa, vaya si pasa…


El método ‘Intaxaurrondo’ es el método ‘ya está bien, hijos de puta’, pero Eloy no cree que esta sea una ‘guerra’ que vaya a ganar el que más ostias dé. Los putos terroristas juegan en casa: todo el mundo sabe quiénes son, pero nadie los denuncia. Cuelgan sus fotos en las tabernas y por cada uno que cogen salen dos que quieren ocupar su lugar. Solo tienen que aguantar. No necesitan hacer nada: solo con no perder, ya están ganando.

 

Después de solo unos meses, el teniente Rodríguez fue transferido a la Unidad Central de Madrid, encargada de la lucha contra el terrorismo, donde necesitaban gente preparada como él: bien formada, con estudios y apertura de miras. Cuando llegó a la capital, su hijo Daniel acababa de nacer; veinte años después, recién graduado, pidió como destino el País Vasco, pero, por desgracia, a él no le fue tan bien como a su padre…



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