Bilbao, 30 de julio de 2.010
Diez de la noche.
Se apagan las luces de la plaza de toros de Vista Alegre de Bilbao.
Sobre el escenario siete músicos multidisciplinares, apenas cuatro focos, un taburete, la voz rota de Mark Knopfler y sus guitarras.
Cuando un genio se sube al escenario no necesita más, sobran los artificios.
El público está entregado.
El escocés y su banda nos ofrecen un recorrido por el folk de su último disco ("Get Lucky") y por algunos de los temas más míticos de los Dire Straits.
Es un lujo poder escuchar a Mark Knopfler y sus guitarras: se conocen hace muchos años y se respetan; no son necesarios aspavientos ni excentricidades.
De un modo que parece sencillo hacen magia.
Lo más grande que le he visto hacer a un músico subido a un escenario: ¡ESPECTACULAR!
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