Pedreña, 7 de mayo de 2.011
Severiano
Ballesteros revolución el mundo del golf en los años setenta y ochenta.
Fue
un pionero en nuestro país y dio a conocer un deporte que entonces estaba
reservado sólo a las clases más privilegiadas; abrió las puertas a grandes
jugadores como José María Olazabal o Miguel Ángel Jiménez, pero también a
multitud de personas anónimas que hoy practican su deporte en alguno de los
numerosos campos de golf de nuestro país.
Ganó 82 torneos más y en 1.997 fue designado capitán del equipo europeo
de la Ryder Cup, siendo el primer jugador no británico en alcanzar esta
distinción. El torneo se disputó por primera vez fuera de tierras británicas o norteaméricanas;
se jugó en Valderrama y el equipo europeo se proclamó vencedor de una competición
que el cántabro ya había ganado en cuatro ocasiones más (1.985, 1987, 1.989 y
1.995).
El
16 de julio de 2.007 Severiano Ballesteros anunciaba su retirada.
José María Olazabal declaraba entonces: “Lo que Seve significa para este deporte es la propia esencia del golf
europeo, y es triste saber que las nuevas generaciones que no le han visto
jugar, nunca llegarán a entenderlo. Él fue toda mi inspiración para mí, el
mejor amigo que he tenido en mi carrera. Él ha sido un verdadero maestro.
Siempre admiraré su determinación, su seguridad en el campo. Quizá Tiger se le
equipare, pero ese carisma que él tenía y que nos empujaba a todos ya no
volverá”.
El propio Tiger Woods decía: “Es,
sin duda, el golfista más creativo que ha tenido este deporte. No recuerdo a
nadie con su juego corto. He tenido la suerte de poder verle aún en algún
torneo y aprender de su forma de entender el golf alrededor del green, y he
tenido la oportunidad de preguntarle el por qué de ese golpe y no otro más
sencillo o seguro. Él ha sido un genio sin parangón. Es triste que sus
problemas físicos le impidan volver a hacer un swing normal. Le vamos a echar
mucho de menos”.
El
cántabro fue un jugador genial, diferente a todos los demás, y probablemente
por eso ha sido tan admirado en Gran Bretaña y EE.UU.
El 5 de octubre de 2.008 fue ingresado en el hospital de La Paz. Se le
diagnosticó un tumor cerebral y tuvo que ser intervenido quirúrgicamente hasta
en cuatro ocasiones.
Después
de más de dos meses recibió el alta médica y fue entonces cuando se instaló de
manera definitiva en su Pedreña natal para luchar por recuperarse al calor de
su familia y amigos, junto a su bahía y sus playas y cerca de su Racing.
Hoy
ha fallecido y todo su pueblo, Cantabria y el mundo entero lamentan su muerte.
Se ha ido una leyenda del deporte mundial.
Descanse
en paz.
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