Santander, 5 de marzo de 2.011
El
duende de la arena, que cada noche coloca dos granos de arena sobre nuestros
ojos para que nos durmamos y nos cuenta historias al oído con las que después
soñemos, y el duende del rocío, que cada mañana coloca dos gotitas de agua
sobre nuestros párpados para que abramos los ojos, nos despertemos y
disfrutemos de un nuevo día, serán nuestros anfitriones y nos acompañarán en un
paseo por el peligroso bosque en el que la malvada bruja intentará comerse a
Hansel y Gretel aunque finalmente salga malparada y termine convertida en
galleta.
La
compañía Opera Divertimento pretende acercar el mundo de la lírica a los más
pequeños. El
propósito es loable y el resultado más que óptimo: los
niños se asustan, se ríen y disfrutan, y los mayores también.
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