Santander, 15 de noviembre de 2.018
“Profesor Lazhar” es una película
canadiense escrita y dirigída en 2.011 por Philippe Falardeau, basada en una
obra de teatro de Évelyne de la Chenelière.
De
la rama de un olivo había suspendida una pequeña crisálida de color esperanza. Al
día siguiente, ella sería una hermosa mariposa liberada de su capullo. El árbol
se alegraba de ver crecer a su crisálida, pero, en secreto, habría preferido conservarla
algunos años más. Con tal de que se acordara de él, le habría protegido del
viento y le habría salvado de las hormigas, pero ella pronto le abandonaría
para afrontar sola los predadores y la intemperie. Aquella noche, sin embargo,
un gran incendio asoló el bosque y la crisálida nunca se convirtió en mariposa.
Por la mañana, apagado el incendio, el árbol aún se mantenía en pie, pero con
el corazón carbonizado, corroído por las llamas, corroído por el luto. Desde
entonces, cuando un pájaro se posa en el olivo, el árbol le habla de la
crisálida que nunca despertó, y la imagina con las alas desplegadas ondeando en
el azul del cielo azul, ebria de azúcar y de libertad, testigo privilegiada de
nuestras historias de amor…
Bachir Lazhar (Mohamed Fellag) es un
refugiado político que durante la década de los noventa se vio obligado a huir
de Árgel y buscar asilo en Canadá, dejando atrás a su mujer y a su hija. Él va
a ser el sustituto en un centro de Educación Primaria de Montreal de la
señorita Martine Lafortune, quien un miércoles por la tarde decidió quitarse la
vida colgándose con su fular azul de una de las tuberías que pasaban por el
techo de su aula. Resulta difícil comprender como cualquiera puede suicidarse, pero
es imposible comprender porque lo hizo allí, contagiando su desesperación a
toda una escuela y traumatizando a sus alumnos. Su muerte no tiene ningún sentido;
es absurdo buscarlo…
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