Santander, 4 de septiembre de 2.019
“El tercer hombre” es una película dirigida
por el británico Carol Reed en 1.949, basada en una novela de Graham Greene y
protagonizada por Orson Welles, ganadara del Oscar a la mejor fotografía en blanco
y negro.
Después de la II Guerra Mundial, Viena no
es la de antes, con su música y su mágico hechizo, pero no tiene peor aspecto
que otras ciudades europeas de la época…
La capital austriaca está dividida en cuatro
zonas -americana, inglesa, rusa y francesa-, pero el centro es internacional y
está controlado por patrullas policiales formadas por cuatro hombres, uno por
cada una de las potencias ocupantes. Sus calles se han convertido en un gran mercado
negro en el que uno puede comprar cualquier cosa que necesite, siempre y cuando
tenga dinero para pagarlo. El comercio fácil es una tentación para los
aficionados, pero los profesionales los quitan pronto de en medio…
Holly Martins es un escritor americano,
autor de varias novelas baratas. Actualmente, no tiene ni dinero, ni trabajo, y
ha llegado a la ciudad en busca de Harry Line, un viejo amigo que, cuando supo
que estaba en apuros, le prometió un empleo y le pagó el viaje.
Sin embargo, nada más aterrizar en Europa,
descubre que ha muerto: un camión lo atropelló delante de su propia casa. Tres
hombres transportaron su cuerpo hasta la acera de enfrente. Dos de ellos
sabemos quiénes son, pero quién es el tercero…
La policía no ha puesto mucho interés en
averiguar qué es lo que pasó realmente, pues considera que el Sr. Line es uno
de los peores sinvergüenzas que ensucian la ciudad: traficante, asesino…
Martins está dispuesto a demostrar su
inocencia y encontrar al verdadero culpable, pero, como todo el mundo en Viena,
tendrá que ir con mucho cuidado...
“No conviene hurgar
en el pasado de un muerto
-le advierten-. Suponga que descubre algo capaz de desacreditar a su mejor
amigo…”
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