martes, 3 de diciembre de 2019

SECRETOS EN EL BOSQUE: ¡yo también quiero tener otro sueño!

Santander, 13 de noviembre de 2.019


Jimmy Liao trabajaba como publicista cuando empezó a hacer sus primeros dibujos. Una amiga suya mostró sus trabajos a los responsables de una editorial y poco después empezó a dibujar para ellos. Se pasó diez años ilustrando los trabajos de otros, pero después de superar una leucemia, decidió publicar su primer libro. “Secretos en el bosque” (1.998) es la historia de una pequeña niña solitaria y está dedicada a su hija, que, por aquel entonces, tenía solo un añito de edad.



El miércoles por la tarde, soplaba el viento mientras yo dormía y el aire levantó suavemente la cortina blanca de la ventana. El conejo Peludín estaba fuera, silbando.

 
     

Abrí la puerta al silencio del bosque y a la amable luz del sol. Hacía tiempo que no me adentraba entre los árboles.


Peludín dijo: “¿Vamos?”, y yo, desde detrás de un árbol, asentí. Tocó con fuerza una enorme trompeta, de la que salieron al mismo tiempo una melodía y un conejito.



Un alegre ritmo inundó el bosque y el conejito y yo fuimos saltando de una traviesa flotante a otra.



Los árboles se mecían al viento y las hojas bailaban. La dulce melodía me embriagaba y me hizo pensar en un sueño que había tenido en cierta ocasión…


He escondido muchos, muchísimos secretos en el bosque. De algunos, ni me acuerdo.



Se abrió una puerta en el cielo: <<¿Qué habría detrás?>>.


Vi mis sueños perdidos que brillaban ténuemente en la penumbra...



Nos adentramos en un túnel misterioso donde había casitas de muchos pisos y jugamos felices con mis sueños a pilla-pilla entre las flores.


Emprendimos el vuelo y nos dejamos llevar por el viento, que me alborotaba el pelo…



Atravesamos una nube tras otra, el dorado sol poniente me puso el rostro colorado y vi mi casa. “¡Gracias, Peludín! Me lo he pasado en grande”.


El miércoles por la tarde soplaba el viento cuando me dormí con mis sueños.



Peludín se fue sin despedirse…


Una ciudad sin sueños es un lugar muy solitario.


El jueves por la tarde, soplaba el viento y el aire levantó suavemente la cortina de la ventana…


<<¿Quién me llama con un silbido desde el otro lado de la ventana?>>.


¡Yo quiero tener otro sueño!


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